Si bien parecería que la pandemia va quedando lentamente atrás debido a la disminución de casos y la flexibilización de las medidas y protocolos; el uso del barbijo es algo que sigue vigente como requisito para entrar a cualquier espacio cerrado.
La escuela no escapa de esa regla, y eso conlleva una serie de dificultades comunicativas tanto para el niño, que muchas veces tiene que descifrar lo que dicen sus pares y maestros; como para el docente que tiene que levantar la voz constantemente.
Al ser consultada por FM 89.3 Santa María de las Misiones, la licenciada en Fonoaudiología Natalia Zajaczkowski afirmó “el barbijo es una barrera para la comunicación, tanto para los niños como para los docentes, que trabajan con su voz muchas horas y a veces doble turno”.
Esto se debe a que “los maestros y profesores transmiten las enseñanzas a través del lenguaje hablado y los gestos faciales”, es decir, cuando usan el barbijo, tienden a forzar la voz, porque su volumen se ve atenuado y se los escucha con menor intensidad.
Es así que “el docente no sólo tiene que elevar mucho la voz, sino repetir dos o tres veces para los alumnos que, quizás por estar más lejos, no escucharon, o para los que no entendieron”, explicó Zajaczkowski.
Si bien la problemática del manejo de la voz, por parte de este sector se ve potenciado por el uso del barbijo; antes de esto ya se registraban con frecuencia consultas de maestros y profesores con disfonía, es decir, la pérdida del timbre de voz por una afección orgánica o funcional en la laringe.
“La disfonía del docente aún sin barbijo es muy común. Creo que dentro de un tiempo veremos más acrecentado este cuadro justamente por el uso del barbijo en el aula”, admitió la especialista.
Esto a su vez se ve agravado por que, “a raíz de la falta de conocimiento, llegan tarde a consultas” y en muchos casos, ya no aplican a tratamientos de corto plazo, que sí están disponibles, para aquellos que acuden de forma temprana, es decir, cuando recién están notando el problema.
A pesar de todo esto, la especialista hizo énfasis en que su aporte es desde la fonoaudiología como disciplina particular, y que considera muy importante el uso del barbijo en cuanto a la situación epidemiológica.
Una deuda pendiente
Para Zajaczkowski, una deuda pendiente dentro de la formación docente es alguna materia que aborde la foniatría.
“No están preparados para dar la voz la cantidad de horas que dan, entonces se produce una fatiga vocal que puede desembocar en una patología de la voz. Ellos viven de trasmitir los conocimientos a través de la voz”, explicó.
La materia de foniatría “sería una herramienta para hacer un uso diario y correcto de su voz; también para saber, que si hay algo que no va bien, es importante consultar a tiempo” afirmó.
No obstante, para no exigirse tanto, la especialista recomendó que el maestro tome pausas entre discursos, hidrate de forma continua las cuerdas vocales, con sorbos de agua a temperatura natural, y mantenga una buena postura, “porque el sistema respiratorio, los pulmones, la caja torácica hacen en conjunto que el aire salga de la garganta, por ende, con una mala postura se forzan las cuerdas vocales”.
Un obstáculo comunicativo para los más chicos
La comunicación no es solamente emitir un sonido, indicó la fonoaudióloga, también son importantes los gestos que hace una persona; más aún para los niños en etapa de aprendizaje.
“Al docente, aparte del habla, le acompañan todos los gestos que hace a la interpretación de lo que se está diciendo”, afirmó. Es así que, el barbijo no es sólo una barrera para la comunicación en cuanto a la salida de la voz, sino también para la visualización de los gestos y para la comprensión de las palabras que muchas veces se deforman en la pronunciación.
Esta problemática se agrava aún más para los niños que tienen problemas de audición ya que conlleva un esfuerzo enorme para ellos “entender lo que se les está diciendo”, señaló la fonoaudióloga.
Es por eso que la asociación “Volvamos a las Aulas” integrada por ésta y otros especialistas, iniciará un pedido a las autoridades, que incluirá distintos fundamentos, desde diferentes perspectivas profesionales, como la fonoaudiológica, psicopedagógica, hasta la psicológica, porque “lo emocional también afecta, especialmente a un chico tímido, haciendo que le cueste más comunicarse con sus compañeros, o preguntar al docente si no entendió algo”, señaló.
Este pedido también se sustentará en la “situación irónica” que representa a estos especialistas, que “se realicen fiestas multitudinarias donde no se respeta el uso de barbijo y la prevención del COVID 19; y en las escuelas sí se deba cumplir estrictamente su uso”, finalizó.