El último informe del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) reveló que en la vecina provincia permanecían activos al menos 10 focos de incendios en distintas localidades. Asimismo se indica que son 800.000 las hectáreas afectadas por las llamas.
En este contexto, desde la Red Veterinarios en Catástrofes señalaron que “el panorama posterior a los incendios en áreas con poblaciones silvestres es desolador, sin recursos para sobrevivencia, ni ecosistemas preparados para recibir a los animales que han podido escapar”.
Lorena Techeira, miembro de la Red Veterinarios en Catástrofes, dijo en declaraciones radiales, que “hoy en Corrientes, el conocimiento médico veterinario, los recursos y la solidaridad son muy importantes”.
La médica veterinaria asegura que “muchos animales han muerto, pero que la cantidad de animales heridos es aún mayor, e imprecisa, porque han huido y es difícil que vuelvan a aparecer de inmediato”.
Cuando la red se conformó “no sabíamos que habría desastres tan de seguido. El conocimiento médico es muy importante en este momento”.
“No hay agua, no ves mariposas, no ves pájaro, no ves nada”, reseñó en alusión a los sitios donde la red ha comenzado a relevar y asistir poblaciones de especies en emergencia médica. La Red “pregunta casa por casa, si tienen animales quemados”, indicó.
En los ranchos, a su vez, “los animales rompieron los alambrados, los postes, los que quedaron se murieron, ganado en general, vacas, caballos, la fauna autóctona de Corrientes se perdió y hay pocos sobrevivientes”, dijo Techeira.
La médica veterinaria recordó que los animales silvestres no deben ser asistidos por personas sin conocimiento médico, porque pueden ser transmisores de enfermedades zoonóticas, y remarcó en la necesidad de que en caso de que sean detectados, alertar de inmediato a las autoridades para que puedan asistirlos.
Víctimas de la catástrofe
Una red de veterinarios en catástrofes de reciente formación está desplegando un arduo trabajo voluntario en los incendios de Corrientes para rescatar, curar y asistir a los animales, tanto silvestres como de producción, que “también son víctimas en los desastres” y para los cuales pusieron en marcha también una colecta de alimentos, una vez abastecidas las necesidades de medicamentos y descartables.
Se necesitan alfalfa, maíz quebrado y entero, sustitutos lácteos para terneros y potrillos que quedaron huérfanos, suplementos vitamínicos para grandes animales, colirio con antibiótico para tratar los problemas oculares ocasionados por el humo, hierro y calcio inyectable, entre otras cosas.
Las donaciones en dinero se deben transferir a la cuenta del consejo de veterinarios de corrientes CBU: 0940099310001310280026 o se puede coordinar llamando al teléfono: 379-4434464.