Ante el incremento en la demanda de testeos rápidos y PCR en los laboratorios privados de Misiones, los reactivos se están terminando. En algunos centros comienzan a derivar a los pacientes a otros laboratorios o guardan los antígenos para casos con síntomas o complicaciones.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la secretaria del Círculo de Bioquímicos de Misiones, Juana Lorenzo, contó que en estos momentos en todo el país “hay una falta de reactivos, sobre todo de test rápido de COVID”. Entre los proveedores de Argentina “no hay para comprar, incluso hemos llamado a Paraguay, contactamos a colegas de Brasil y tampoco tienen”, agregó.
En cuanto a la provisión de más insumos, indicó que “hay dos marcas muy reconocidas, que son las que se utilizan generalmente, las que prometieron el ingreso de un cargamento grande para fines de enero o principios de febrero”. En cuanto a un posible aumento de precios, aclaró que “todavía no tenemos certezas”.
Acerca de la demanda actual, la doctora Lorenzo señaló que “en mi laboratorio, intento hacer estudios en personas que tienen síntomas o están un poco más complicadas, por eso los reactivos los guardo para utilizarlos en este tipo de casos”.
Demanda constante
Por su parte, la presidenta del Colegio de Bioquímicos de Misiones, Liliana Benítez, contó que en los últimos días “aumentó mucho el trabajo de los laboratorios privados con las nuevas consideraciones con respecto al testeo en los lugares públicos”. Este incremento “fue casi del doble”, pero señaló que la desventaja es la escasez de los reactivos en la Argentina”.
Lamentó que “los distribuidores priorizan al Estado, el comprador mayor, y luego recién atienden a los consumidores menores”. De momento, “tenemos la posibilidad de que para febrero lleguen más reactivos, aunque no tenemos asegurada la cantidad”, añadió.
Además, aseguró que “los reactivos que van a llegar no tienen un precio fijado y no sabemos con qué nos vamos a encontrar”.
Sobre los testeos Benítez comentó que “sabemos que las personas necesitan y no es fácil decirles nuevos precios”. Para el procedimiento, explicó que “no tiene un costo tan elevado el realizarse el test, pero los laboratorios privados no tienen subvención del Estado, así que deben hacerse cargo no sólo de los reactivos, sino de los insumos, impuestos y sueldos de los trabajadores. Son muchas las cargas para los laboratorios más pequeños”.
Con los proveedores de reactivos “hablamos de precios que se manejan en dólar, así que constantemente está en aumento. A su vez, no sólo hablamos de aumentos en reactivos, sino en la protección personal, como camisolín, las máscaras, los guantes”, añadió. Para sostenerse, indicó que “se va cambiando, buscando precio y que tengan. Algunas cosas se fabrican en Argentina, pero otras no”.
Con la falta de reactivos, aseguró que “los laboratorios están recomendando lugares donde tienen reactivos, porque realmente escasean. En toda Sudamérica parece que la tercera ola nos agarró antes de tiempo y no llegaron a proveer la cantidad necesaria”.
En la pandemia
La bioquímica aclaró que en Misiones “los laboratorios no son muchos y tampoco aumentaron en la pandemia, al contrario, van disminuyendo. Esto se debe a la situación económica que tenemos en el país y hubo varios que debieron cerrar”.
Liliana Benítez compartió que durante la pandemia “no fue fácil el trabajo y hay laboratorios muy grandes que absorben todo, trabajan con obras sociales, mientras que algunos más chicos directamente mueren”.
Con el incremento de la cantidad de personas que acuden por testeos rápidos para COVID-19, detalló que “también aumentó la positividad de los testeos en casi un 50%, así que es un tema que se complicó”.
En materia de costos, aclaró que con los pocos reactivos que cuentan actualmente los laboratorios “el precio está -por esta semana- entre 3.500 a 4.500 pesos en testeos rápidos. En tanto que para PCR, está entre 6.500 y 7.000 pesos, aproximadamente”.