Ante las largas filas por testeos rápidos para COVID-19 en los centros habilitados por Salud Pública, gran parte de la población opta por realizar sus estudios en laboratorios privados. Sumado a esto, desde la decisión de testear sólo a personas con síntomas o mayores de 60 años, la demanda en el sector privado se disparó.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la directora de los laboratorios de análisis clínicos CEBAC, Graciela Carballo, detalló que “en los dos últimos días hubo un aumento importante en las solicitudes de test rápido de COVID y PCR”. En cuanto a la demanda, indicó que “hace una semana atrás teníamos unos 300 pedidos de test rápido y unos 50 pedidos de PCR. En los últimos días aumentaron significativamente los pedidos, donde los test rápidos están en un promedio de 500 y las PCR están entre 80 a 100 por día”.
Respecto a los resultados, la bioquímica aclaró que “en estos días, con el aumento del número de testeos también varía el índice de positividad, donde estamos ahora en un 50%”. En materia de consultas, contó que “el pedido de test rápido es ampliamente superior a PCR”.
En comparación con enero del 2021, Carballo aseguró que “se repite este aumento en la demanda, pero en números que son considerablemente mayores”. Sobre el procedimiento, precisó que “los test rápidos son sencillos de hacer para el personal encargado de la toma de muestras, pero hay una importante cantidad de pacientes. Sin embargo, se intenta cumplir con la entrega de los resultados lo antes posible, dentro de una o dos horas, por mail o Whatsapp para evitar que el paciente regrese al laboratorio a hacer una fila y evitar contagios”.
Por otra parte, también están los estudios de anticuerpos para coronavirus: “Los IgG se continúan realizando en los laboratorios, sobre todo se hacen después de la vacunación o en el caso de paciente que deseen saber si fueron asintomáticos. La demanda en esos casos es constante, sin picos importante, aproximadamente se hacen entre 80 a 90 por día”, señaló la directora del CEBAC.
Por dengue
Graciela Carballo contó que además del COVID-19, hay pedidos para análisis por dengue.
Al respecto, “como habitualmente se estudia ante cualquier caso febril por la zona y época del año, también se está solicitando dengue, pero no ha habido un pico considerable como sí sucede con los estudios para COVID-19”.
Aclaró además que “epidemiológicamente no ha aumentado la demanda, ni tampoco hemos tenido un brote. Ante un caso febril, el médico tiene la obligación de pedir el estudio por la zona en la que vivimos y el clima”.