Misiones acaba de dictar la emergencia o desastre agropecuario, a raíz de los múltiples problemas que viene acarreando la sequía, producto de la falta de lluvias que “normalicen” la provisión de agua en los cultivos.
El gobernador Oscar Herrera Ahuad dictó el decreto por el cual se declaró tal situación administrativa, con el fin de relevar los daños que provocó el clima adverso en las chacras misioneras. Y, con posterioridad, será el ministro del Agro, Sebastián Oriozabala, quien deba salir a buscar financiamiento para la asistencia de los perjudicados, que podrían contarse de a decenas entre los diferentes productos que se cultivan en la tierra colorada.
Recientemente, Víctor Chamula de la Asociación Ganadera de Andresito comentó a PRIMERA EDICIÓN que “en la zona norte todos los productores estamos en terapia intensiva, no hay otro calificativo para esta situación. Ahora se nos agravó mucho más que con la sequía anterior. La situación es caótica”.
Por su parte, Eduardo Vázquez de la Cooperativa de Trabajo Paraje Unidos, señaló que “la producción la estamos perdiendo por completo. No es lo mismo agarrar una regadera y regar que una lluvia”. Describió que “la segunda etapa del maíz que se había plantado en septiembre se perdió todo”.
Por efecto de la sequía y los desaprensivos vecinos de varias localidades, esta semana se sumaron los incendios forestales que demandaron un enorme trabajo de los Bomberos Voluntarios, de la Policía como de los brigadistas para sofocarlos.
Sergio Delapierre, referente del grupo de “Productores Autoconvocados”, entrevistado por FM 89.3 Santa María de las Misiones, reconoció que “la situación es desesperante, principalmente en el Alto Paraná y Andresito, con la sequía, los focos de incendio y la pérdida de pasturas”.
“Recibimos muchas quejas de la gente que está desesperanzada, porque se habla muy poco de la crisis que están viviendo los productores que pierden su yerba y su ganado por estas problemáticas”, cuestionó.
Los pronósticos para Misiones no son nada alentadores en cuanto a precipitaciones suficientes para “oxigenar” las chacras. Por lo tanto, habrá un gran trabajo que hacer para evitar daños mayores en la producción.
En especial en lo referente a la agricultura familiar, que es sustento de miles de productores pero también de miles de misioneros que se abastecen mediante las ferias francas.
Párrafo aparte merecen la yerba, el té, los bosques cultivados (más afectados por incendios), por mencionarse algunos.
En cuanto al tabaco misionero, se espera para las próximas dos semanas el inicio de la concertación de precios, con la intención de arrancar la zafra en febrero. Ya se habla de una merma en las estimaciones de acopio, en medio de la incertidumbre por cuál será la oferta que harán los industriales este año, en una producción que viene en descenso pero de la cual siguen dependiendo miles de productores.
Sequía de recursos
Sin presupuesto para este año, el Gobierno nacional deberá ir instrumentando mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia y posteriores decisiones administrativas, el reparto de fondos para el funcionamiento del Estado.
En medio de esta situación que no se daba hace más de una década, a partir del voto opositor (incluidos los misioneros Florencia Klipauka, Martín Arjol y Alfredo Schiavoni) contra el proyecto de presupuesto nacional, el Palacio de Hacienda y la Casa Rosada deberán cerrar un acuerdo con el FMI, para evitar problemas mayores.
El 2021 ha sido un año extremadamente duro tanto para la Nación como para las provincias por múltiples factores, pero los principales fueron el endeudamiento y la pandemia.
El primero de los factores es extremadamente injusto para los 50 millones de argentinos, incluidos los 1,3 millones de misioneros, porque ha sido una deuda tomada de manera irresponsable que sirvió sólo para favorecer a los grandes capitales que benefició Juntos por el Cambio y que ahora se tiene que devolver con el esfuerzo de cada uno de los argentinos.
Es una mochila que condiciona las políticas públicas y los servicios que debe brindar el Estado como la salud, la educación, la seguridad, además de las obras importantes.
Para evitar quedarse sin financiamiento para obras y programas por efecto, en la Rosadita misionera no hubo ni tiempo para lamentos. Encabezados por el gobernador Herrera Ahuad y el presidente de la Legislatura Carlos Rovira, varios ministros se pusieron a trabajar en forma intensa para gestionar con las autoridades nacionales la incorporación de los fondos a los decretos que dictará la Rosada.
Herrera habló con Alberto Fernández y se reunió con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y con otros dirigentes nacionales en una intensa semana, la última del año, donde también se hizo valer el voto de los legisladores nacionales por Misiones en el Congreso.
Fue así que se llegó esta semana a la reforma del Consenso Fiscal que había sido impulsado por Macri en 2017, para bajarle impuesto a las grandes empresas con la promesa de generar empleo. Nada de lo que prometieron se cumplió. Las grandes empresas solamente embolsillaron más fortunas y fugaron los dólares a otros países.
Misiones marcó su impronta en este convenio y logró que la Nación le reconozca millonarias deudas que se pagarán en 2022, deudas de ANSeS, regalías y compensaciones atrasadas, entre otras.
Hubo un contundente compromiso del ministro Manzur de canalizar todos los pedidos de Misiones, lo cual genera expectativas. Hay más de cien obras, entre las que están en marcha y nuevas, que continuarán de este modo financiándose en los 77 municipios, gracias a estas gestiones. También hay acuerdo para avanzar en herramientas jurídicas y económicas, similares a la zona franca, que le permitan a Misiones mejorar sus condiciones de competitividad con los países de frontera.
A diferencia de la Nación, Misiones cierra 2021 sin endeudarse. “No hay déficit por un manejo serio, austero y responsable” aseguran en la “Rosadita” misionera cuando hablan de la gestión de los recursos.
En otra diferencia de lo que ocurre con Fernández, en Misiones sí se aprobó el presupuesto provincial que comenzará a ser ejecutado con la asignación de partidas inicial que dictará Herrera junto al ministro de Hacienda, Adolfo Safrán.
Sequía en los bolsillos
Para muchos enero se convierte en el “mes más largo” por los gastos que implicaron las fiestas de fin de año. Varios gremios misioneros ya anticiparon su interés por cerrar paritarias cortas, empezando este mismo mes la discusión. Aseguraron que los acuerdos cerrados en 2021, producto de la inflación, quedaron desactualizados.
Habrá que ver el interés que existe en las cámaras empresarias para aceptar dar este debate apenas comenzado 2022. Y bajo los parámetros que las representaciones gremiales están proponiendo. Además, habrá que ver qué hace el Estado (nacional, provincial, municipal) respecto a los agentes públicos que están en la misma situación.
En un contexto económico del país como el que tiene la Argentina actualmente, es difícil sostener una paritaria duradera, con efecto en el bienestar de los trabajadores y sus familias, sin afectar el sostenimiento de las empresas que también “la reman” para no naufragar, especialmente las PyME y MiPyME que son mayoría en zonas como la misionera, donde abundan los comercios más que las industrias.