“Cuando vuelva el gobernador Herrera Ahuad, va a tener que volver a empezar la negociación con la Casa Rosada por cada peso que la provincia necesite en todo 2022”, fue la advertencia cargada de preocupación de un funcionario de primera línea, a los pocos minutos que el voto de la oposición dejó sin presupuesto a la Argentina para el año que viene.
Los argumentos de los diputados nacionales misioneros de Juntos por el Cambio ya son conocidos y apuntan a la falta de credibilidad y a la “inconsistencia” del proyecto de Alberto Fernández que el kirchnerismo puso a consideración tres meses después con la nueva composición del Congreso.
El mayor problema lo tendrán las provincias no alineadas con el oficialismo nacional (Misiones, Córdoba, Río Negro, Neuquén) como también las gobernadas por la oposición (Jujuy, Corrientes y Mendoza). Es que, al prorrogarse por Decreto de Necesidad y Urgencia el presupuesto 2021 para el año que viene, las partidas para cada actividad las definirá el Presidente de la Nación con su firma.
Los que comulgan con la Rosada como con el Instituto Patria, tendrán mayor llegada a la “lapicera del reparto”. Sin embargo, los demás, van a tener que dedicar mucho tiempo y -seguramente concesiones- ante el poder central.
En el caso de Misiones, el voto decisivo del renovador Diego Sartori para el dictamen del presupuesto 2022 le había permitido incorporar un paquete de obras por más de 96 mil millones de pesos. Y se verían beneficiados los 77 municipios. El dato no es menor, puesto que inicialmente el ministro Martín Guzmán le había sugerido al Congreso darle a la tierra colorada algo más de 22 mil millones.
También, a partir de una segunda nota a Sergio Massa enviada por Herrera Ahuad, desde el sanatorio donde estaba internado y horas antes de someterse a una intervención quirúrgica, Misiones había conseguido incorporar nuevamente el artículo para la creación de las áreas aduaneras especiales. Ese mismo que el presidente Fernández vetó en 2020 y que, ahora que tendrá la “lapicera poderosa”, difícilmente quiera deshacer lo hecho.
El Gobernador misionero le habría hecho saber a su equipo más cercano que, de regresar el próximo martes a Misiones con el alta para continuar el posoperatorio en la provincia, se iniciará el largo camino por conseguir recursos.
La estrategia de la renovación, compartida por el interbloque Provincias Unidas (que comparte con Somos Río Negro y el MPN), es “insistir y hacer valer los votos en el Congreso”.
Horas atrás, vía Twitter, Herrera llamó “mezquinos” a los legisladores misioneros de Juntos por el Cambio. Y les endilgó haberse sumado a un mandato partidario sin distinguir el daño que le provocaban a Misiones al dejarla sin financiamiento millonario para obras en los municipios.
Los principales ejes que negociar
Sin contar el paquete de obras a iniciar, Misiones necesita asegurar los recursos para continuar las obras de saneamiento en Apóstoles y Oberá que comenzaron este año.
Al quedar sin vigencia el Fondo Nacional de Incentivo Docente, implica una pérdida de recursos para Misiones de $2.176.885.001 Y no habrá mejoras en la perimida Ley de Financiamiento Educativo Nacional, que establecía un reparto entre el Gobierno nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires destinado a la educación, la ciencia y la tecnología hasta alcanzar una participación del 6% en el Producto Interno Bruto (PIB).
Por quedarse Argentina sin presupuesto, se perdió la transferencia automática de fondos por $58.477 millones que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) realiza a las provincias en concepto de anticipo a cuenta para financiar gastos corrientes. Es para las jurisdicciones como Misiones que no transfirieron sus regímenes provisionales a la Nación.
Tampoco habrá actualización del Fondo de Compensación al Transporte Público de Pasajeros por Automotor Urbano y Suburbano del Interior del País, que preveía para el 2022 un importe de $46 mil millones, recursos destinados a compensar los desequilibrios financieros del transporte público en las provincias.
En la Rosadita se quejan que Arjol, Klipauka y Alfredo Schiavoni “quedaron bien con su espacio político a costa de todos los misioneros que no verán llegar esos recursos que les corresponde”.
Un cambio en Oberá
El intendente interino de Oberá, Pablo Hassan, aplicó en las primeras 48 horas en el poder municipal un cambio rotundo de accionar de la comuna en temas que movilizaron a diversos sectores de la sociedad.
Cabe recordar que su carácter de interino se debió a la negación de Carlos Fernández de presentar su renuncia a la intendencia y pedir licencia por cargo de mayor jerarquía, con lo cual puede volver cuando quiera al sillón municipal.
Sin embargo, Hassan siguió el mandato que la renovación provincial le dio antes de jurar el 13 de diciembre. El primer paso fue cambiar algunos hombres clave del “fernandismo” para poner caras nuevas.
El segundo fue suspender -en principio por cinco meses pero es prorrogable- la reforma al Código Fiscal rechazada por comerciantes y empresarios. Y le pidió al Concejo Deliberante que retome el diálogo con las entidades intermedias (como la Cámara de Comercio) para analizar cambios a la ordenanza aprobada a las apuradas antes que Fernández deje el poder.
Y, la última, fue conseguir que los dos elegidos por el exalcalde para las secretarías de la Justicia de Faltas municipal renunciaran antes de asumir. Eran cuestionados porque habían conseguido el menor puntaje de la terna del concurso.
Hassan, a la vez, envió una resolución a los ediles obereños proponiendo a los dos que mayores puntajes obtuvieron en la convocatoria.
La pregunta que sigue circulando es ¿cuánto más estará dispuesto a avanzar el joven intendente Hassan? Queda por resolver la rechazada reforma a la plazoleta Güemes que originó una movilización vecinal: el destino de las Termas de Oberá sin termas; la continuidad de más funcionarios cuestionados; la construcción del Centro de Convenciones que criticó el Colegio de Arquitectos, entre otros temas.
La presión Z avanzó varias casillas
Como era de esperar, el Grupo Z volvió a imponer su poder. Consiguió que la Comuna posadeña y la Provincia acepten un incremento en los valores de los boletos del transporte urbano y metropolitano de pasajeros, respectivamente.
No lo había conseguido antes, producto de la pandemia. Ya los multimillonarios subsidios nacionales, provinciales y municipales no le resultan suficientes. En especial cuando ramificó sus negocios fuera del país y potenció las inversiones en Buenos Aires. Lugares en los que desembarcó gracias a las concesiones de muchos años que consiguió en Misiones.
Paradójicamente, en la tierra colorada es donde menos mejora el servicio, menos unidades renueva, menos frecuencias mantiene, y otros menos que no alcanzaría este espacio para detallar. Pero, en síntesis, un negocio redondo en Misiones que no satisface a los usuarios que pagan los impuestos para los subsidios y los boletos para poder trabajar, ir al médico o hacer las compras cotidianas.
La “batalla” de los pasajeros y organizaciones no gubernamentales que se animen a levantar la voz en la audiencia pública no vinculante (de hecho la decisión del “boletazo” está tomada) será que se aplique el menor porcentaje posible, en varias veces. Y que, de una vez por todas, aparezcan las mejoras tantas veces enunciadas y hechas públicas y que nunca se concretaron.