El Solsticio de invierno marca el punto más bajo del sol en el cielo, que se manifiesta en la noche más larga del año. A partir de este momento, los días comenzarán poco a poco a ser más largos, trayendo consigo el despertar de las fuerzas de la naturaleza.
Nos encontramos en la época más fría del año, cuando todas las hojas han caído, la nieve en muchos lugares cubre con su manto y la naturaleza descansa sumida en un profundo letargo.
Representa el momento de mayor oscuridad antes de que la luz regrese, pues es necesario un tiempo de reposo antes de dar comienzo a un nuevo ciclo después de la muerte.
La vida espera bajo la tierra el momento de renacer.
Es un momento de recogimiento y meditación a la espera de ver las primeras señales de ese ansiado despertar.
Es un momento de cierre de ciclo e inicio de otro, de agradecimiento, donde las viejas estructuras se caen y comenzamos a ver las cosas tal como son.
Tiempo de ir hacia adentro, transmutar para luego sembrar.
En la noche más larga del año, comienza el solsticio… llega el invierno.
Los animales viven refugiados en sus madrigueras bajo tierra, mientras que las semillas y los tallos cubiertos por la nieve esperan el momento de rebrotar.
Este hecho también se refleja en los seres humanos, pues en esta época del año evitamos salir a la calle y permanecemos en casa al calor del hogar junto a nuestros seres queridos.
Cualquiera que contemple las calles una noche de invierno diría que no hay vida en los pueblos y ciudades, pero sin embargo, ahí donde las inclemencias del tiempo no llegan, la chispa de la vida sigue brillando, ésta yace oculta y protegida en el interior de cada hogar.
Días previos a esta celebración es bueno sahumar los diferentes espacios de tu casa o cualquier otro lugar que habites.
Y si te resuena celebrarlo ese día podes hacerlo danzando, elevando tu voz (cantando) o tocando algún instrumento.
Que el rezo del solsticio continue generando acciones de transformación para renacer en un nuevo ciclo más livianos, más puros, más conscientes.
Que el gran espíritu nos llene de fuerza y sensibilidad, para trabajar intensamente por la reconciliación del ser humano con el ser humano, con la Naturaleza y la evolución armónica de la vida en nuestra querida Madre Tierra
Feliz cierre de ciclo. Que tus ojos vean más allá del velo de la ilusión.