La sequía por falta de lluvias vuelve a mostrar un duro reflejo en las Cataratas del Iguazú. El faltante de agua en los ríos obliga a las represas brasileñas -aguas arriba- a cerrar compuertas para mantener el líquido vital. Esto deja nuevamente a unas Cataratas con hilos de agua, al igual que el año pasado. Es preocupante.
Mientras los iguazuenses sufren la falta del líquido vital, que generó fuertes protestas en las últimas horas en Concejo Deliberante, el atractivo principal de Misiones comenzó a recibir a turistas nuevamente.
Pero los imponentes saltos de agua no se reflejan como antes y hoy las Cataratas tienen otra imagen. Se observan pequeños arroyos y se ven cada vez más los inmensos muros de piedra que antes eran tapados casi en su totalidad por las aguas del río Iguazú y Paraná.
Consecuencias
El caudal medio registrado en el sitio este miércoles era de 400.000 litros de agua por segundo, lo que representa poco más de una cuarta parte del volumen normal, según datos de la Compañía Paranaense de Energía (Copel), de Foz do Iguazú.
Además de alterar el paisaje, la sequía también está perjudicando la producción de energía, ya que el cauce del río Iguazú tiene seis centrales hidroeléctricas a lo largo de su curso, que atraviesa todo el estado brasileño de Paraná.
Por lo tanto, es importante que llueva en la región metropolitana de Curitiba para reflejar el aumento del caudal del río.