
Más de 300 personas, silencio, frío y velas sobre el asfalto frente a la comisaría Décima en el complejo habitacional A3-2. La despedida de Cristian “Casimiro” Sotelo ayer fue profunda y llamativamente protagonizada por una mayoría de niños y adolescentes, muchos de ellos en chancletas y sin medias porque no les sobra un peso a sus padres, pero quisieron estar presentes para acompañar el reclamo de justicia por la muerte de su entrenador de fútbol, el muchacho relocalizado en la zona sur de esta capital que armó “El Rejunte”, un equipo de mujeres y el “Mini Rejunte” de la gurisada.
Rosalía Ramírez encabezó la marcha, avisó que comenzaría a las 18.30 cuando todos volvieran de trabajar, y a esa hora comenzó. Luego dialogó con PRIMERA EDICIÓN y con Primera Plana de FM 89.3 Santa María de la Misiones un día después de enterrar a su pareja.
“Como viuda de Cristian estoy disconforme con la Justicia y la Policía, porque es verdad que está detenido el cabecilla del ataque pero faltan todas las ‘mulas’ que (‘El Garrafero’) trajo para que disparen frente a mi casa“.
“Ya les dije a todas las autoridades policiales que me vinieron a ver y a preguntar: ‘Cuando roban millones de pesos, se mueven todos a buscar a los autores, encuentran a los chorros y recuperan la plata’, entonces cómo en este caso no buscan a todos los asesinos. En este caso todos los que participaron están identificados, no entiendo por qué no los agarran”, continuó.
También señaló con asombro: “Los parientes de mi marido, mis vecinos y amigos me dan más datos que la policía, nosotros juntamos la información y se la damos a ellos y ellos son los que se tienen que mover (…) Falta un tal ‘Pitoca’, otro llamado ‘Cafú’ y un tal ‘Lauchi’, todos ellos dispararon y a todos quiero que los metan preso, no a uno o dos nomás”.
“No entiendo por qué”
Sobre el peor destino que enfrenta desde la madrugada del domingo tras el ataque a tiros a su pareja y sobrinos a menos de cien metros de la comisaría Décima y a dos cuadras del flamante edificio de la Dirección Seguridad Vial y Turismo de la Policía de Misiones, Rosalía reparó: “No entiendo todavía por qué le tocó a mi marido, por qué de arriba, por mis hijos de 10 y 5 años y por lo que juré en su cajón, yo tengo que buscar justicia y no voy a parar aunque tenga que mover cielo y tierra, hasta debajo de las piedras voy a buscar, hasta que todos estén preso porque mi marido era muy querido”.
Los vecinos marcharon y en sus pancartas se resaltaba el reclamo de justicia, pero también las imágenes impresas mostraban a un ‘profe de fútbol’ sonriente. Rosalía le sumó al contexto: “Con Cristian hacíamos tareas sociales, teníamos merendero y un ropero comunitario, ‘Casimiro’ entrenaba un equipo de fútbol de niños y mujeres”.
“Mi marido es de apellido Sotelo pero no andaba por ningún mal camino. Yo voy a limpiar su nombre por más que hablen mal en redes sociales. Todos estos vecinos marchando con frío y de noche, volvieron de trabajar y caminaron con velas, de manera pacífica pidiendo justicia por mi marido”.

“De arriba”
En cuanto a lo sucedido el domingo, agregó: “Cristian de arriba ligó, como todas las personas que estaban afuera de casa, como mi sobrino y los otros muchachos. Pero a mi marido le tocó la peor parte, el balazo en el corazón. En la vereda había más de veinte personas y a todos les apuntaron y dispararon, pudo haber más víctimas como Cristian”.
“Hace 21 años que estábamos juntos con Cristian. Hoy nuestro hijo de 5 años dice que va a volver, que no se fue al cielo, que no murió, que lo espera que puede volver como Jesús”.
También enfatizó sus próximos pasos a dar: “Yo tengo que juntar fuerzas y seguir adelante por mi marido. Vamos a seguir marchando pero vamos a darle tiempo al juez y al fiscal a que analicen los sumarios que les llevaron esta mañana (por ayer). Por suerte mi sobrino ya mejoró y va a poder contar quien le disparó a mi marido”.