“Basta de lloriqueo“, con esas palabras el presidente Jair Bolsonaro pide a los brasileños volver a sus puestos de trabajo a pesar de que el país no ha superado aún la batalla contra la COVID-19. Brasil registra más de 250.000 muertos y casi 11 millones de casos desde el inicio de la pandemia.
“Ustedes, los agricultores, no se quedaron en casa, no se acobardaron. Tenemos que afrontar nuestros problemas. Basta de quejarse y lloriquear. ¿Cuánto tiempo vas a seguir llorando? Tenemos que afrontar nuestros problemas“, reclamó Bolsonaro en un evento público.
A falta de una estrategia central, las autoridades locales se ven obligadas a tomar medidas. El Gobierno de Río de Janeiro ha anunciado que la ciudad iniciaría un toque de queda a partir del viernes, limitando el horario de los bares, restaurantes y discotecas.
Durante el anuncio de las nuevas medidas, el alcalde de Río, Eduardo Paes, detalló que el toque de queda será desde las 23 horas hasta las 5. Aunque los restaurantes y bares deberán cerrar a las 17 horas.
En Sao Paulo, un centro de vacunación en modo autoservicio ofrece la vacuna china Coronavac a los habitantes de la ciudad. Sin embargo, muchos consideran que la campaña de inmunización va demasiado lenta. Brasil es el segundo país con mayor número de muertes por COVID-19 del mundo.
En el otro extremo del mundo, el Gobierno de Nueva Zelanda relajará el confinamiento en la populosa ciudad de Auckland y en todo el país en donde solo 26 personas han fallecido a causa del virus desde la detección del primer caso.
“Teniendo en cuenta que no hemos encontrado ningún caso y que el entorno sigue siendo controlado, hemos tomado la decisión de trasladar Auckland al nivel 2 a partir del domingo y el resto de Nueva Zelanda al nivel 1, lo que nos lleva al final de los 7 días de confinamiento para Auckland que habíamos previsto desde el principio “, anunció Jacinda Ardern.
Nueva Zelanda, con 5 millones de habitantes aproximadamente, registra apenas 2389 contagios confirmados y 2295 personas curadas.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a las autoridades de Brasil a tomar “medidas agresivas” contra el covid-19 ante su peligrosidad.
En una rueda de prensa, el alto funcionario alertó que la situación en la nación brasileña a causa de la pandemia “es muy seria” y por lo tanto la respuesta del Estado tiene que ser del mismo grado.
“La situación es muy seria y estamos muy preocupados. Las medidas sanitarias que Brasil tome deberían ser agresivas, al mismo tiempo que avanza en la vacunación”, explicó.
Fuente: Medios digitales