
Después de un 2020 complicado, el 2021 arranca con todo para el squash misionero. Es que tres competidores de la tierra colorada serán parte del torneo clasificatorio que se realizará a fines de enero con el objetivo de llegar al Panamericano Sub 23 de El Salvador, que se jugará en marzo.
Paula Rivero, Nazarena Cafferata y Mateo Gauto saldrán a la cancha en busca de ser uno de los representantes argentinos en la competencia, que se disputará del 28 de marzo al 3 de abril próximo.
Este certamen suma plazas para los Juegos Panamericanos Junior 2021, que se desarrollarán en la ciudad de Cali, Colombia, en el mes de septiembre.
“Los tres van a competir para ser parte del seleccionado juvenil”, explicó a EL DEPOR el instructor de squash, José María Ramírez Aranda. “Mateo va a clasificar en Buenos Aires y las chicas lo harán en Córdoba”, agregó.
Según informó la Asociación Argentina de Squash en redes sociales, el clasificatorio de la rama femenina se hará en el Club Salsipuedes de la ciudad de Córdoba, mientras que los hombres lo realizarán en el Club Ciudad de Buenos Aires de Capital Federal. Los encuentros comenzaran el 29 de enero y finalizaran dos días después.
Con cinco jugadores, Chaco tendrá la mayor cantidad de representantes en los clasificatorios. En total serán 23 jugadores que buscarán un lugar en el Panamericano. Los deportistas que ya están clasificados son Valentina Portieri, Jeremías Azaña y Miguel Pujol.
Si bien la situación sanitaria con la pandemia de coronavirus vuelve a ser complicada, el propio Ramírez Aranda confirmó que se comunicó con el director deportivo de la Asociación Argentina, Andrés Nieto, quien le aseguró que por el momento el clasificatorio se mantiene en pie.
“Se hablan de medidas restrictivas, pero hasta no hay nada, así que los chicos van a viajar”, señaló Ramírez Aranda, que acompañará a las chicas a Córdoba. “Vamos a ver cómo están dadas las circunstancias en ese momento pero la clasificación, hasta el momento, sale”.
Balance 2020
Ramírez Aranda hizo un balance acerca de lo que fue el 2020, un año atravesado por la pandemia y con muy poca competencia. “No fue un año fácil, fue malo en lo que tiene que ver con la competencia, pero bueno porque pudimos aumentar el nivel de los chicos jugando squash. Tal es así que cerramos diciembre con 33 inscriptos, que es un número muy importante”, destacó a EL DEPOR.
A fines de mayo, cuando se fueron habilitando las actividades deportivas, el squash pudo volver a la cancha pero, como todo el deporte, no a la competencia. “Tuvimos que reinventarnos con los chicos para motivarlos; lo hicimos con entrenamientos, días de juego y de diversión y así fue que llegamos a fin de año”, indicó Ramírez Aranda.
La despedida de las actividades fue el 31 de diciembre y las mini vacas se extenderán hasta mañana. “Seguiremos trabajando enero y febrero con una colonia de verano, y en marzo ya arrancaremos el ciclo, esperando tener eventos, torneos y empezar a viajar los que quieren competir. Fue un año distinto pero no le aflojamos”, cerró el profe.