Los tres comités de bonistas de la Argentina anunciaron en la tarde de ayer un acuerdo para unirse en el rechazo a la última oferta presentada por el país hace dos semanas para reestructurar 21 bonos de su deuda externa por 65.000 millones de dólares.
Sin embargo, presentaron una nueva contrapropuesta al ministro de Economía, Martín Guzmán, en la que cederán algunas pretensiones económicas.
Trascendió que en la nueva propuesta, los acreedores utilizan los mismos bonos que los propuestos por la Argentina, la oferta de intercambio modificada, prometen un alivio total de la deuda superior a 35.000 millones de dólares en un período de 9 años, y lleva un cupón promedio con una tasa de 3,4%.
Se trata del primer statement conjunto de los tres grupos, que concentran cerca de un 40% de la deuda elegible.
Los Ad Hoc Group y Exchange Bondholders dicen tener entre ellos un 32% de la deuda (21.000 millones de dólares aproximadamente). El Comité de Acreedores de la Argentina poseería un 7%, mientras que el 60% no está identificable para el Gobierno.
El porcentaje reunido de los bonistas sirve para formar masa crítica y bloquear la propuesta de la Argentina, cuyas autoridades dijeron una decena de veces en los últimos días que no se modificará.
Sin dólares para pagar más, tal como lo señaló el presidente, Alberto Fernández, y lo reforzará hoy en un mensaje ante la Americas Society / Council of the Americas (AS/COA), la llave podría estar en los términos legales.
Los tres grupos de acreedores plantearon que aceptarán que los bonos Globales (emitidos por Mauricio Macri) conserven los términos legales (indenture) de 2016, aunque modificada en algún aspecto. Ya no pedirán tener la indenture 2005 para los bonos más recientes.
Es decir, que no habrá una regresión en la “arquitectura financiera internacional” en referencia a las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) o anti-buitres.
Estos términos establecen desde 2014 en el mundo porcentajes mínimos de adhesión a un canje de deuda más laxos que los usados por Argentina en su reestructuración de 2005 (66% de aceptación general actualmente versus 85% anteriormente), con el objetivo de que un fondo no pueda bloquear por sí solo una oferta soberana, sino que se necesite una importante masa de acreedores en contra para hacer fracasar las propuestas de los estados.
Y la novedad es que al rechazo inicial del Ad Hoc Bondholder Group (conformado por BlackRock, Ashmore, Fidelity, T.Rowe Price y Autonomy Capital, entre otros) y del Argentina Exchange Bondholders (liderado por Monarch, VR Capital, Cyrus y HBK, entre otros) se le sumó el Argentina Creditor Committee (Comité de Acreedores de la Argentina, ACC, integrado por fondos como Gramercy, Fintech y Greylock Capital).
Estos últimos habían comunicado su aceptación a la última oferta de Guzmán, incluso un día antes de que se registrara en la SEC.
“La propuesta conjunta representa importantes concesiones económicas y legales de los tres grupos, incluido que los nuevos bonos emitidos a cambio de los bonos Globales existentes se regirán por una versión modificada de los términos de 2016”, plantearon los bonistas.
Los bonos Globales (Bonos Internacionales de la República Argentina en Dólares, BIRAD) habían sido emitidos entre 2016 y 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri.
Su default, al no pagar el 22 de mayo (final del período de gracia de 30 días) los 503 millones de dólares en concepto de intereses por los títulos que amortizaban en 2021 (AA21), 2026 (AA26) y 2046 (AA46), desencadenó el proceso de negociaciones después de la oferta unilateral de la Argentina a fines de abril.
Contexto
Los acreedores, entre los que pesa fuerte BlackRock, buscaban que los bonos a emitir para canjear los Globales tuvieran la indenture 2005, por la historia de incumplimientos de la Argentina. Es el noveno default en la historia del país.
“Creemos que nuestra propuesta mejorada proporcionará el alivio a corto plazo que Argentina necesita con urgencia; brindará una solución sostenible a largo plazo que asegure el futuro del país y su acceso a los mercados internacionales de capital; y proporcionará el marco legal necesario para alentar la inversión adicional necesaria para poner al país en el camino hacia una recuperación sostenida”, expresaron los bonistas, que firmaron un acuerdo de cooperación para remarcar que la oferta actual de Guzmán no puede ser apoyada.
“De conformidad con el acuerdo de cooperación, los miembros de los grupos de acreedores de Argentina no licitarán sus tenencias de bonos en la oferta de canje propuesta por Argentina”, anticiparon.
“Estamos seguros de que hay una resolución consensuada a la vista y de que dicho acuerdo proporcionará un camino hacia un futuro económico sostenible para el pueblo argentino”, matizaron sobre el cierre.