Santiago de Liniers aún no sale del asombro, luego del ataque al exintendente y la muerte de su esposa a manos de, según apunta la investigación, el hijo de ambos.
Este viernes, familiares finalizaron los preparativos para recibir el cuerpo de Faustina Antúnez (57), luego que fuera autorizado el traslado desde la morgue judicial. En tanto, Arnoldo Schoenfisch continúa en el Hospital Madariaga con una grave herida de bala en la cabeza.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se pudo saber que la autopsia médico legal certificó que la causa de muerte fue una lesión efectuada por arma de fuego en la cabeza, a corta distancia y con orificios de entrada y salida del proyectil.
El informe preliminar dejaba entrever que la mujer recibió el tiro mientras dormía, cuando tenía la cabeza apoyada en la almohada. Si bien la investigación está en ciernes, ella habría sido la primera en ser atacada.
Luego el agresor habría hecho lo propio con su Schoenfisch, baleándolo en la sien. Al respecto, efectivos de Criminalística de la UR-III secuestraron un arma calibre 38 largo y dos proyectiles en la escena del crimen. Esos segundos habrían permitido que Arnoldo Schoenfisch viera a su hijo en pleno acto. Esto podrá confirmarse cuando el exjefe comunal pueda dar su testimonio ante la Justicia.
Luego que el joven se fuera del lugar y dejara el arma sobre la cama, el hombre pidió ayuda desde la ventana y fue socorrido por su hermano. En ese momento habría dicho que su hijo “se mandó una cagada”.
El Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Horacio Saldaña avanza en la recolección de pruebas y más testimonios en un caso que apuntaría a un pronto esclarecimiento, por lo pronto, en lo inherente a la autoría del hecho: el joven de 18 años, hijo de las víctimas del ataque.
Según señalaron fuentes de la investigación, un integrante del entorno familiar aseveró que el joven estaba muy enojado con ambos y había anticipado que “iba a matar” a sus padres.
Tanto Arnoldo como Faustina intentaban corregir la conducta rebelde del joven, por lo cual le habían prohibido que use un cuatriciclo y lo último que habrían hecho fue quitarle el celular.
El crimen ocurrió aproximadamente a las 4.20 del jueves. La pareja fue atacada en la habitación de la vivienda ubicada a la altura del kilómetro 36 de Santiago de Liniers. Ambos fueron trasladados de urgencia al SAMIC de Eldorado.
Faustina no resistió la gravedad de la lesión y murió a los pocos minutos. El hombre fue trasladado al Hospital Madariaga con una herida de bala en la cabeza y si bien estaba lúcido, temían por las consecuencias en su visión.
Sospechas e hipótesis
En principio se manejaron varias hipótesis sobre lo ocurrido durante la madrugada del jueves. Una de ellas apuntó a que la pareja fue baleada en un asalto, pero peritos, investigadores y los familiares directos constataron de inmediato que en la casa no faltaban objetos de valor, que no había sido roto ningún mueble o desordenado la casa en búsqueda de ahorros.
También analizaron un posible hecho de femicidio seguido de tentativa de suicidio, pero Arnoldo y Faustina sostenían una excelente relación, confiaron las fuentes.
Tomó más fuerza el testimonio que cargó todas las sospechas sobre el hijo en común de las víctimas.
Los investigadores llegaron a la vivienda del abuelo, que era donde se encontraba el principal sospechoso. El joven se habría ido a dormir como si nada hubiera ocurrido tras los disparos. Luego que le realizaran las preguntas de rigor, los efectivos lo llevaron a la comisaría.
Con los testimonios que se habían recabado y descartadas las hipótesis de robo y femicidio, el juez de la causa ordenó que el hijo de los Schoenfisch fuera detenido. Una vez que la Policía concluya el sumario, el magistrado llamará a declarar al joven para interrogarlo.
Todo indica que podría ser imputado por “homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado en grado de tentativa”, por el ataque al padre y a la madre.
La Justicia intentará tomar testimonio a Arnoldo apenas su evolución de salud lo permita y no aguardar a que le den el alta clínica. Se intenta confirmar o descartar, entre otros puntos, los dichos de un familiar que afirmó que el herido alcanzó a decirle que su hijo había sido quien desató el sangriento episodio.