El sorpresivo tercer puesto en que terminó la Renovación en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, sacudió la estantería política del Gobierno provincial y, aunque hicieron como que nada pasó, rápidamente sus principales operadores trabajaron en un reacomodamiento de la estrategia y el discurso de cara a las generales del próximo 27 de octubre.
En el oficialismo creen que tienen mucho por crecer y que la maquinaria electoral, muy poderosa cuando se pone en marcha, ni siquiera arrancó.
Si las PASO hubieran servido para elegir diputados, el Frente de Todos hubiera colocado dos (Cristina Brítez y Héctor Bárbaro); el Frente Juntos por el Cambio uno (Alfredo Schiavoni); y la Renovación uno (a Diego Sartori). Pero no se eligieron cargos sino que el 11 de agosto se definieron a los candidatos.
Las cosas pueden cambiar, esa es la intención del oficialismo y ya pusieron en marcha el nuevo plan, que consiste en recuperar votos por varias vías que funcionan en paralelo.
El aparato
La primera herramienta que usarán será el aparato político, que se mantuvo en reposo en las PASO y que representa una gran cantidad de votos cuando sale a las calles a militar y traccionar.
La Renovación, lo explicó Oscar Herrera Ahuad en entrevista con FM de las Misiones 89.3, tenía una orden de jugar “tranquilos teniendo en cuenta que veníamos de una elección reciente”, el 2 de junio. Por eso la maquinaria se guardó. Pero una vez que recorra las calles, se estima que el mensaje será más contundente y la boleta corta tendrá mejores resultados.
Corregir el doble voto
En los algo más de 40 días que todavía quedan para las generales, la renovación también usará a la militancia para hacer “docencia” y corregir el error del doble voto, que causó 72.367 votos en blanco en la categoría de diputado nacional y 20.499 votos nulos.
Entre blancos y nulos hubo más de 90 mil votos que en el Gobierno creen que pueden recuperar, aunque no todos, de cara a octubre sacando a la militancia a explicar cómo votar para que la gente no se confunda.
Lo que ocurrió era previsible. Miles de votantes colocaron la boleta corta de la Renovación, sólo con candidatos a diputados pero, a la vez, colocaron la boleta entera del Frente de Todos que tenía candidato a presidente y diputado.
Se especula que la intención era votar a Alberto Fernández y a los diputados renovadores, pero por error, se colocaron dos votos para diputados, con lo cual esa categoría se anuló y solamente quedó válido el voto a presidente.
Con un trabajo militante y muchos instructivos en medios de comunicación y redes sociales, los operadores del rovirismo confían en poder recuperar gran parte de los 90 mil votos perdidos en las PASO.
Votos de Cambiemos
Salvo que ocurra algo muy inesperado, el próximo presidente sería Alberto Fernández. Hasta los propios macristas interpretan que esto será así y, por eso, los intendentes del Conurbano bonaerense se están despegando de la figura presidencial y comenzaron a planificar un “delivery” de boletas cortas para las generales de octubre, incluso sin María Eurgenia Vidal. La derrota de Mauricio Macri en las PASO llenó de incertidumbre a sus votantes que ya lo ven derrotado, por lo tanto, lo más probable es que una buena porción se incline hacia otras opciones.
En este escenario es que la Renovación aspira a lograr muchos de los votos que, en las PASO, se depositaron entre los tres candidatos a diputados de Juntos por el Cambio: Alfredo Schiavoni, Pedro Puerta y Ricardo Andersen. En total alcanzaron 170 mil votos. Para octubre encabezará Schiavoni y, posiblemente, muchos radicales y puertistas no lo voten, principalmente los últimos, ya que Pedro Puerta lo terminó denunciando por fraude.
El ánimo de derrota y la ausencia de otros candidatos podría desinflar el número de votos de Alfredo Schiavoni y, esos votos, difícilmente se vayan al kirchnerismo. Entonces, lo más probable, es que puedan aterrizar en el Frente Renovador encabezado por Diego Sartori.
El objetivo es 2 y 2
Si la Renovación logra sumar votos por esas tres vías: el aparato político, la corrección del doble voto y la desinflada expectativa de Juntos por el Cambio, creen que pueden aumentar unos 100 mil votos a los 152 mil alcanzados en las PASO.
Si eso ocurre, con más de 250 mil votos, la Renovación pretenderá alcanzar el segundo diputado nacional, sumando a Ivonne Aquino en el Congreso.
El que corre riesgo en este panorama es Schiavoni porque, si sus votos se desinflan, su banca podría terminar siendo de Aquino, la segunda del Frente Renovador.
Los números de las PASO dejan más cerca la posibilidad de que la Renovación le arrebate la banca al macrismo que al kirchnerismo.
El rol de Herrera Ahuad
Tras las PASO y la decisión de jugar abiertamente con Alberto Fernández, la Renovación obtuvo un espacio destacado en el “albertismo”, con la convocatoria a Oscar Herrera Ahuad al armado del poder que los gobernadores afines al exjefe de Gabinete están trabajando. A pocos días de la última elección, lo recibió a solas en Buenos Aires. Desde allí, lo sumó a todos los eventos importantes junto a Juan Manzur (mandatario tucumano). Primero en San Miguel la semana pasada, cuando se debatió con la UIA y la CGT un “pacto social” para firmar en diciembre. Y, ahora, en la agenda por EEUU que busca acercar relaciones con la gestión de Donald Trump.
Manzur lo conoce a Herrera desde que ambos gestionaron Salud nacional y provincial, respectivamente. El primero fue una clave fundamental para que la Renovación participe de las decisiones relevantes del esquema presidencial del Frente de Todos.
Así, la alianza política entre el “misionerismo” y la fórmula peronista ganó mayor fuerza y protagonismo que el dado al PJ provincial en la campaña hacia octubre. El mismo rol que espera el oficialismo misionero si Alberto Fernández llega al poder.