Con la fórmula que se repite desde hace años, tarifa elevada del boleto y cuestionada calidad del servicio ofrecido, el monopolio empresarial del transporte continúa sumando quejas de los usuarios en los diferentes puntos en los cuales resaltan sus falencias.
Durante la semana pasada, los vecinos del barrio Santa Cruz de Garupá, hartos de depender de un servicio al que catalogan como “pésimo”, criticaron al grupo z por no preocuparse en cubrir la alta demanda y eliminar de forma “arbitraria” una línea vital para la zona.
En su momento, Eliseo Lanzos, presidente de la comisión vecinal del barrio Santa Cruz, comentó, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que “el funcionamiento medianamente estable era con dos micros que funcionaban cada media hora aproximadamente para Santa Inés y un Santa Cruz que entraba al barrio cada una hora”.
Sin embargo, “la nueva metodología implementada por la empresa es hacer con las tres líneas un solo recorrido. Eso es totalmente deficiente, porque cuando el colectivo llega de Santa Inés ya no entra más nadie en nuestro barrio”, protestó.
De esa forma, la decisión empresarial, sin previo aviso, generó un desconcierto entre los usuarios y “fue totalmente contraproducente”.
“Nosotros hicimos notas correspondientes solicitando un micro más para viajar mejor y el servicio nocturno, pero en vez de solucionar esos problemas, hicieron algo peor”, consideró.
Así, los vecinos sintieron que fueron “castigados” por la empresa durante unos días, con la eliminación de la línea que ingresaba al barrio, por haber realizado los reclamos sobre el servicio.
Malestar
Durante esos días, D. Gall, vecina del barrio, expresó a este Diario: “Nos sacaron la línea 43 de Santa Cruz y por eso debemos caminar hacia la ruta 105 para tomar el colectivo. Venimos y vamos muy apretados. No sabemos qué tragedia puede llegar a ocurrir así. La empresa no tiene compasión, ni siquiera por las personas que viajan con niños, los adultos mayores que tienen que ir todo el tiempo parados y apretujados y las personas con alguna discapacidad”.
Al mismo tiempo, cuestionó que “incluso cuando están los inspectores, si el chofer nos cobra mal, igual nos obligan a pagar un doble boleto”.
Cabe recordar que, luego de la última suba que perjudicó a miles de usuarios asalariados desde principios de este año, el boleto único que une las ciudades de Garupá y Posadas tiene un valor de 25,90 pesos con SUBE y 36,25 sin la tarjeta.
Por ello, otra vecina, J. Ramos, señaló: “Estamos indignados con el servicio. Pagamos más de $36 para viajar como ganado, no hay respeto con las personas mayores, embarazadas o mamás con bebés”.
Sobre el problema que aquejó puntualmente al barrio, indicó: “Teníamos nuestro colectivo barrial que era el 43 Santa Cruz cada una hora. Solicitamos una implementación de una unidad más, para que pase cada media hora, pero por el contrario lo que la empresa hizo fue dejar nuestro colectivo solamente hasta las 8 de la mañana y después de ese horario se agregaron dos unidades que son de Santa Inés, cada media hora. El problema es que cuando esa línea llega a nuestro barrio, ya está repleta de personas, no hay asiento para nadie y nos obligan a viajar todos encimados, como ganado”.
“Es una vergüenza la forma en que viajamos y en los horarios pico es peor, porque no hay más lugar en los colectivos, por eso muchas personas prefieren quedarse en la parada y esperar el próximo, pero para eso todos tienen tardanzas en el colegio, el trabajo, o turno médico”, remarcó.
En tanto que Melina Scheeren apuntó que se está pagando “un boleto carísimo, de más de $36, para hacer el trayecto que une al barrio Santa Cruz con Posadas. Con un viaje de ida y vuelta una persona gasta casi 100 pesos, es increíble. Además hay muchas familias que dependen del servicio para viajar todos los días a sus trabajos. Se gasta mucho dinero. La empresa se aprovecha y hace lo que quiere porque es la única que circula en la zona”, precisó.
Completamente hastiados de la situación, los vecinos incluso consideraron realizar manifestaciones con cortes de ruta para darle mayor visibilidad al problema.
Afortunadamente eso no fue necesario, ya que desde el pasado viernes, según informaron los propios usuarios, la línea 43 Santa Cruz volvió a circular por el barrio. Ahora esperan que la marcha atrás en la decisión empresarial “se mantenga” y no sea solamente “una distracción momentánea para evitar que la problemática se difunda”.