Más de seis décadas pasaron ya de aquel verano en que Luciano “Panchito” Dartois quedó atrapado por la tierra colorada, o los brazos de Felicia, después de un certero flechazo de Cupido. Y entonces comenzó a escribirse la historia de La Montecarlo Soul.
Siendo ya un legendario trompetista, esta vez (su primera visita fue en 1950 para animar un baile en el Club del Progreso, ubicado en la calle Ayacucho, entre Catamarca y Salta) Dartois llegó desde Buenos Aires a la capital misionera junto a una orquesta formada especialmente para animar los carnavales, fiestas que por entonces convocaban a toda la ciudad y ya nunca se fue. Formó su familia y, seguramente con el mismo amor, dio vida a Panchito y su Montecarlo Jazz, con la que recorrió todos los escenarios de la provincia, incluso los más recónditos.
“Tenía 34 o 35 años cuando llegó a Posadas junto a algunos músicos, cuando el solo hecho de llegar era toda una odisea, muchas hora de viaje, por camino de ripio y tierra, aún era una ciudad muy chica, pero se asentó muy bien, le gustó, la eligió, a pesar del éxito que ya tenía en Buenos Aires, trabajaba en Radio Rivadavia, por aquel entonces las radios tenían sus orquestas y él ya había tenido la posibilidad de participar en shows con Dámaso Pérez Prado, ‘el Rey del Mambo’, por ejemplo, y grandes artistas internacionales, pero se afincó aquí”, confió su hijo Rubén, hoy líder de la banda.
Y recordó que el nombre, al que muchas veces se asocia con el municipio del norte misionero, está inspirado en el barrio del principado de Mónaco, pues su sueño era llegar al Casino de Montecarlo, pero lamentablemente no lo concretó.
Ya en la década del 80, con el objetivo de abarcar otros tipos de escenarios y público, “Panchito” Dartois convocó a nuevos valores, músicos jóvenes, entre ellos su hijo Rubén, con lo que logró darle un importante vuelco musical al grupo. Su mente siempre abierta lo llevó a aceptar el consejo de modificar el nombre de la banda de Panchito y su Montecarlo Jazz a Panchito y su Montecarlo Soul y comenzó así una nueva e intensa etapa musical que a lo largo de los años hizo bailar a diferentes generaciones.
Fueron muchos, más de un centenar, los músicos que pasaron por las filas del conjunto desde sus inicios hasta la actualidad. Lacho Perro Ríos, el Loco García, Trujillo, Carlos Bonorino, Lito Dartois, Totón Rojas, Andrés Bonorino, Riki Prieto, Jymi Ledesma, Cristian Britto, Adolfo Vallejos, Pancho Villasanti, Rody Sánchez, Chino Benítez, Pedro González, Paulo Pérez, Matías Segovia, Neco Zwiderski, Colo Sánchez, Hugo Monzón, Jorge Nene Aguirre, Matías Cavia, Juan Cruz Kuriluk, Matías Franco Meza, Cholo Martínez, Fernando Berni, Omar Sena, Fredy Candia, Fernando Sonoda, Koko Recalde, Marcelo Pérez, Gonzalo Bobadilla, Gonzalo Gudiño, Sergio Borello, Cristian Frigola, Gerardo Luna, Chelo López, Pinki Enriquez, Piki Odoneto, Yhoni, Yhuri Borbón, Hugo Pineda, Juan José Dieguez, Julián Texeira, Nancy Alcaraz Núñez, Diana Amarilla, Matías Meza, Diego Caballero, Bubi, Pedro Andrade, Luchi Pérez, Carlos Cabezón Segovia, Andrés Galeano, Jorge Villasanti, Charly Godoy, Miguel Alfonso, Rody Sánchez, Fernando Anacarate, Fernando Gruber, Juan Carlos Medina, Luis Ríos, Sergio Leiva, Rubén Dartois, Hugo Viera, Enzo Dartois, Timbaletero Rodríguez y Emmanuel Untersteiner, por nombrar algunos, lo que favoreció el constante aggiornamiento musical, búsqueda que Panchito no sólo permitía sino que también impulsaba.
Un legado, un compromiso
“Panchito” Dartois falleció el 22 de septiembre de 1994. Unos días antes había tocado en Gobernador López. A partir de ahí y por respeto al creador la banda pasó a llamarse Montecarlo Soul, actualmente formada por Rubén Dartois (saxofonista y mánager de la banda), Fernando Gruber (guitarrista), Paulo Pérez (tecladista), Diego Caballero (saxo-vocalista), Sergio Leiva (trombonista), Cristian Britto (baterista), Matías Franco Meza (bajista) y Emanuel Untersteiner.
Soul, jazz, funk, cumbia, salsa, pop, merengue, bossa nova y cha-che-chá son algunos de los ritmos que La Montecarlo Soul interpreta con la misma responsabilidad y profesionalismo que en tiempos de “Panchito” y la retribución se ve en la gente, en el público, “el año pasado me tocó ir a tocar a un casamiento donde la mamá, la abuela y la bisabuela de la novia habían tenido a la banda tocando en sus casamientos, cuatro generaciones. También nos pasa con bautismos, después la fiesta de quince y la boda”, confesó Rubén, que lleva ya 37 años “andando” con el grupo.
“Me tocaron también las épocas de viajar a El Soberbio, San Vicente, por caminos de tierra, llovía, pero había que llegar, íbamos hasta donde podíamos con nuestros móviles y después nos mandaban los unimog de Gendarmería, de alguna forma siempre llegábamos”, recordó y añadió que “se recorría mucho interior, era una odisea, en colectivos de línea o en furgones que se contrataban”.
E hizo hincapié en que “eran tres o cuatro días de gira, se usaba mucho traje blanco que muchas veces eran para una noche y olvidate”.
Un día para la historia
El 10 de marzo quedará grabado por siempre en las páginas de la historia de la banda, en el playón del pub Berlín, en el primer tramo de la costanera posadeña, grabó en vivo su primer videoclip “Así”.
“Era una materia pendiente”, reconoció Rubén Dartois y añadió que “existen videos de actuaciones en vivo, pero ahora será algo más profesional, con la intensión de mostrar lo que hacemos”.
“Es un homenaje al creador de la banda y sobre todo a los músicos que fueron parte del grupo y que aún tenemos buenas relaciones”, dijo el músico, quien junto sus compañeros aguarda ansiosamente los tiempos de edición para presentar en sociedad el primer video oficial de La Montecarlo Soul, una de las bandas más longevas de la tierra colorada, pero con la misma vigencia que en sus inicios.