En estos días están sucediendo cambios de todo orden que nos desorientan y nos inquietan. Sigamos aprovechando entonces el descanso de las vacaciones para buscar un momento de quietud, en un ambiente de calma y silencio, con una atmósfera pura y agradable donde podamos respirar placenteramente y disfrutar del reencuentro con nosotros mismos, con nuestra riqueza interior, con nuestro Ser y con la luz del Universo. Vivenciando estas sencillas experiencias meditativas que nos propone la profesora de Yoga Stella Ianantuoni en nuestras lecturas vacacionales.
Como vimos en notas anteriores, la respiración es la manifestación de la vida que hay en cada uno de nosotros. Cuando es profunda y calmada, la vida se hace más calmada y profunda, menos sujeta a los vaivenes del mundo. Pero hay más… cuando el aire se transforma en sonido, transforma la vida. La meditación en ese sonido interior une la concentración en la respiración con la repetición interna del mantra “So Ham”, de modo que la respiración y el mantra son una misma cosa, porque al inhalar, el sonido que se produce naturalmente es “sah”, y al exhalar el sonido es “ha” con una “m” producida en forma automática. Su significado en sánscrito es “yo soy eso”, es decir “yo soy la energía”, “yo soy la Conciencia Universal”… yo soy.
Esta meditación, al mismo tiempo que activa el sistema nervioso, purifica y armoniza los canales energéticos del cuerpo y eleva la conciencia hacia planos superiores. Durante su práctica, la respiración y el mantra se realizan en forma acompasada y con plena conciencia, como veremos a continuación en la guía que Stella nos brinda.
* Sentado en postura erguida pero no rígida… cierre los ojos… recorra mentalmente todo su cuerpo desde los pies hasta la cabeza, percibiendo la columna vertebral y sus curvas naturales… Lleve los hombros atrás y abajo y relájelos. Compruebe que todo su cuerpo está firme pero relajado, inmóvil pero sin tensiones… continúe observándolo mentalmente durante unos minutos.
* Lleve ahora la conciencia a la respiración natural y espontánea… no la cambie… no la profundice… sólo obsérvela… perciba el suave fluir del aire que entra y que sale…
* Ahora escuche el leve sonido de su respiración en la faringe… Cuando inhala escuche “Sooo”… Cuando exhala escuche “Hammm”… Repita mentalmente el mantra acompañando el sonido de la respiración… “Sooo”… “Hammm”… “Sooo”… “Hammm”…
* Continúe así y perciba las pausas entre la inhalación y la exhalación… Perciba el instante en que el “So” da paso al “Ham”… perciba el instante en que el “Ham” se diluye y aparece “So”…
* Luego de unos minutos deje de repetir mentalmente el mantra, pero continúe escuchándolo en su interior… siga escuchando su respiración natural y espontánea por algunos minutos…
* Lentamente retire la conciencia de su respiración y vuelva a percibir su cuerpo… Recórralo mentalmente de pies a cabeza muy lentamente… Finalmente movilice los dedos de las manos, estire las piernas, movilice los dedos de los pies… Estíiireseee… Abra los ojos y sonría.
Hasta aquí llega la síntesis de la lectura. Pero hecha la experiencia, las sensaciones no se pueden traducir bien en palabras, aunque se percibe claramente el paso del “yo existo” al “yo soy”. La armonía de ritmo y sonido interno nos reconecta con la armonía de ritmo y vibración del Universo, que es posible llegar a percibir con un trabajo más avanzado y la guía de una maestra en Nada Yoga. Por lo pronto sentimos que aquí y ahora somos uno con todo. Nos sentimos hermanadamente en unidad con todos quienes se encuentran meditando en el mismo momento y en cualquier parte del mundo, compartiendo estas vibraciones de elevada frecuencia. Y… experimentamos todo lo que bellamente nos transmiten los queridos colaboradores de esta Revista domingo a domingo, con sólo detenernos a meditar sencillamente unos minutos en el transcurso de nuestro recreo de vacaciones, en paz y por la paz, en nuestra hora del ahora… “Sooo”… “Hammm”… Namasté.
Colabora
Ana Laborde
Profesora de Yoga
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