Las Tunas nació en la década del 60 como iniciativa de un grupo de colonos decididos a secar yerba mate. La familia Balanda donó el predio y allí se montó la planta. Como todo inicio, nada fue sencillo, aunque para 1970 ya estaban completando el proceso de producción, desde el acopio de hoja verde hasta el paquete, en 1994 todo se complicó, se volvió a vender canchada y a prestar servicios por la imposibilidad de competir en el mercado.
Recién en 2011 “Las Tunas” volvió a su envase. Actualmente son 85 socios, 40 plenamente activos, por tanto, para completar el stock, adquiere hoja de verde de productores de la zona, Apóstoles, Tres Capones, Concepción de la Sierra.
El nivel de calidad que logró Las Tunas suscitó un gran número de fans, que hoy sólo buscan sus productos, no sólo en la tierra colorada, sino también en Buenos Aires, donde se conformó el mayor nicho de clientes, a partir de un gran trabajo a pulmón, que se inició con la venta casa por casa.
“Muchos dicen que el porteño no sabe de mate, pero hay que reconocer que son muchos los que sí reconocen un buen producto y son muy exigentes, allí tenemos un público fiel que nos permite mantenernos en pie”, confió el encargado de la cooperativa, José Luis Semienchuk.
Además, desde la entidad se aprovecha todo el acompañamiento de Agricultura Familiar de Nación para participar en las diferentes ferias, “Masticar”, “Caminos y Sabores”; el Instituto Nacional de la Yerba Mate, que recientemente agilizó la posibilidad de ser parte de “Matear”, siempre con el objetivo de llegar a la gente en forma directa y generar nuevos contactos.
Y, por supuesto, Cooperativa Las Tunas está en las redes sociales, donde se puede conocer cada detalle de su proceso de elaboración.