Una iniciativa global que se celebra todos los 29 de septiembre desde el año 2000, es el Día Mundial del Corazón -una acción promovida por la Federación Mundial del Corazón desde 1998-, y en Misiones hay un caso testigo -entre tantos anónimos que también batallan día a día-, como lo es el de la pequeña Emma Zippan.
Emma es una niña que el 28 de octubre del 2022 fue transplantada del corazón, en Buenos Aires, de forma exitosa cuando solo tenía tres años.
En diálogo conFM 89.3 Santa María de las Misiones, la mamá de Emma, Natalia Jara, recordó los contratiempos y padecimientos que tuvo, al igual que lo detalles del transplante y la actualidad de Emma; y por ende por qué es tan importante realizarse controles períodicos de uno de los principales orgános del ser humano.

Sobre cómo es vivir con una paciente con esta patología del corazón, explicó que “principalmente y primero, como siempre decimos, es un una nueva oportunidad de vida que tiene Emma gracias al trasplante del corazón; y gracias a la donación hoy su vida continúa con un corazón diferente, pero siempre con los mismos cuidados”.
“Los controles del corazón deben empezar ya desde desde el embarazo con todos los controles para poder detectar cualquier patología del corazón a tiempo y que se puedan tratar, eso es muy importante; y también hacernos siempre los chequeos en forma periódica”, resaltó la mamá de Emma.
A continuación Natalia recordó como tuvieron que reprogramar y organizar su vida diaria en lacasa y en familia, tras el transplante de su pequeña hija “Fue todo un aprendizaje tanto para nosotros en la casa, como para quienes nos querían venir a visitar. Nosotros somos muy amigueros y nos costó mucho esa adaptación; pero siempre todos entendieron que era para para el bien de Emma”.

“Con el tiempo fuimos aprendiendo a cuidar a Emma; y darle la oportunidad también de disfrutar, con otros niños, en un parque de juegos. Nosotros teníamos mucho miedo, ¿no es cierto?. Porque ella al estar con esa medicación que le baja las defensas, para que no rechace ese corazoncito, ellos están propensos a cualquier virus o bacteria. Entonces, siempre el miedo está”, reconoció esta madre.
A lo que agregó: “también entendimos con el acompañamiento de los pediatras, de los cardiólogos, que Emma tiene que hacer su vida normal y que tiene que empezar a adaptarse a esto. Por ahí nos cuesta todavía a nosotros; no salimos mucho y ella pronto tiene que empezar el jardín; y para nosotros es difícil este siguiente paso”.
Al ser consultada sobre cómo se preparan para ese momento para que ella empiece a hacer sus actividades, explicó que “Emma ahora empezó fonoaudiología, porque ella todavía no dice muchas palabras, por todo lo que transitó; y por recomendación de la pediatra y la fonoaudióloga, ella tiene que comenzar como un proceso de adaptación antes de ingresar el jardín, así que primero va a ir unos días a la guardería y el año que viene sí ya va a ir a una salita”.

Al recordar cómo se le detectó esta anomalía en el corazón a Emma, indicó que“Hasta los tres meses venía todo normal, pero después le agarró una bronquiolitis y a partir de ahí había algunas cuestiones que nosotros al tener dos hijos ya, veíamos que en ella costaba un poquito más comer, respirar un poco agitada”.
“Entonces, lo charlamos con los pediatras y desde que le detectaron la bronquiolitis hasta que se detectó lo de su corazoncito, pasó un mes, donde rápidamente se agravaron todos los síntomas y es ahí donde aparece esta cardiopatía, que cuando la descubrieron ya estaba muy avanzada y por eso es que necesito directamente un trasplante”
También recordó que Emma estuvo internada 40 días en Posadas y con respirador, haciendo los médicos de Misiones un gran trabajo, ya que le permitieron a la pequeña llegar a Buenos Aires, en vuelo sanitario, hasta el Hospital Italiano.
Ya en Buenos Aires, “Empezó la otra lucha. La de encontrar un corazón y la lucha de la espera, hasta que llegó el corazoncito tan esperado”
“Fue muy movilizante para nosotros; toda la solidaridad, todo el amor, el cariño que recibió Emma en ese momento siempre la recordamos, con mucha fe y sin perder la esperanza de que iba a llegar ese donante”, recordó con mucha angustia y a la vez alegría por lo sucedido luego.
Asimismo adelantó que “Hace unos días me puse en contacto con una mamá de Osvaldo, un misionerito, de San Javier, de 2 años y 8 meses que entró en lista espera para un corazoncito también. Son historias que movilizan porque sabemos lo que sufren los niños”














