POSADAS. Ni el calor sofocante de la tarde de ayer en Posadas, con 39,6º y una sensación térmica de 49º, ni la lluvia que llegó por la noche para apaciguarlo, frenaron el deseo de la gente de volver a vivir con intensidad la gran fiesta de la música litoraleña. Y fue así que en la tardecita de ayer, el público le hizo frente al calor y, tereré en mano, se acercó al anfiteatro Manuel Antonio Ramírez para vivir la primera jornada del 43º Festival Nacional de la Música del Litoral y 5º del Mercosur, en Posadas. Antes de la 20, un destello de luces pintó el escenario y los conductores Marito Alcaraz y Silvia Ferreira dieron la bienvenida en el Día de la Música. La Banda de Música Municipal comenzó a tocar y mientras poco a poco la brisa ribereña llegaba como un remanso, la fuerza del chamamé se sintió “El Toro”. Y fue entre sapucays que varios se animaron a bailar. Emocionante y conmovedor fue el paso de Los Argus (grupo ganador en Conjunto de voces, en el pre Festival) por el escenario “Alcibíades Alarcón”. Cuando llegó su turno, mientras el joven intérprete cantaba, un desperfecto generó un corte de energía, el anfiteatro quedó a oscuras y el vocalista sin sonido. Sin perder la calma, el jovencito siguió cantando a capela y fue subiendo las escalinatas del anfiteatro, seguido por dos guitarristas, mientras la gente celebraba de pie y con mucha emoción lo que al final se convirtió en un gran momento de la noche. Como una bendición ante el intenso calor, la lluvia no tardó en llegar y las gotas animaron aún más al público que al ritmo de “Puerto Tirol”, en la voz de Pamela Ayala, armó una verdadera fiesta. Los precavidos con paraguas en mano no tardaron el abrirlos, mientras desde la Municipalidad, Mariana Zaniquel afirmó que “solo si viene un huracán se suspende el festival. El escenario está preparado para que el show salga con lluvia sin sufrir ningún inconveniente”.Más tarde llegó el Chango Spasiuk, que emocionó con la profundidad de sus chamamés, en una noche que también el candombe del Negro Rada dejó su encanto. Mano a mano por la músicaEl cierre del Simposio del Festival Nacional de la Música del Litoral tuvo como invitados a Chango Spasiuk y Rubén Rada, ambos dieron sus puntos de vista en lo musical y destacaron la pasión por sobre todas las cosas. Como así también el compromiso que imprimen en el momento de crear.Chango Spasiuk que fue el primero en acudir al auditórium de la Escuela de Música, recordó aquella discusión de la edición anterior del festival. “Si tengo que rescatar algo de ese día, tendría que hablar más de un plano personal. Ejercitar mi paciencia y mi soberbia también, ejercitar de qué manera uno sostiene sus ideas y de qué manera uno quiere compartirlas y qué tan flexible soy aparentemente o no con respecto a las ideas de los demás”, explicó sobre ese cruce de palabras en el simposio anterior. En su exposición también destacó la necesidad de investigar, “me gusta meterme en investigaciones complejas, como la que vengo haciendo ahora con la preparación de un disco nuevo. Estudio mucho con lo que tiene que ver exponer lo que toco y suena. Sigo investigando mucho porque me interesa, me apasiona”, dijo Spasiuk que a su vez reveló con mucha emoción que en dos semanas volverá a ser padre de una niña. Sobre su manera de componer y hacer música expresó que “primero hay que entender mi mundo, mi manera de hacer música. Por eso cuando viene a tocar alguien conmigo que nunca tocó, primero tiene que tratar de entender por qué hago las cosas cómo las hago, y eso lleva su tiempo. Cuando eso ya esta incorporado, hay que ver de qué manera acompañar”. Acompañando esa temática musical la presencia de Rubén Rada le dio un marco abarcativo en lo musical, “me siento una persona intuitiva, la música nace de la cabeza y si tocas un instrumento eso se traduce en lo musical. Por ejemplo, siempre acompañado de un piano voy ideando las letras de las canciones”. Entre sus composiciones y esos ritmos que se incorporaron como modo de vida Rada también expresó su compromiso y destacó que “cuando compongo tiro tres voces de lo que me gustaría que suene. Compongo siempre necesitando de un pianista. Cuando elijo las congas para tocar siempre prefiero las de madera, pero me adapto también a las que están ahora como auge”. Con mucha alegría y sabiduría habló del tango y rescató la música negra como un puntal interesante en la historia tanto de Uruguay, Brasil y Argentina. Luego de tantas palabras, los músicos simplemente dejaron el mensaje de apasionarse con lo que se hace y disfrutar de lo que se recibe.
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