En el marco del paro de dos semanas que declaró el total del personal de la Dirección de Catastro de la provincia, PRIMERA EDICIÓN accedió a revelar el estado de las nomenclaturas catastrales de Misiones, totalmente desactualizadas y en ruinas.Como lo demuestran las imágenes, esas son las condiciones en las que tiene que cumplir sus funciones el personal de la oficina y también los escribanos, agrimensores, abogados, contribuyentes y funcionarios de la Justicia que requieren de esta documentación para algún trámite, gestión o expediente.Las fotos aéreas datan de 1962 y están en iguales condiciones que los planos catastrales, que no se actualizan hace más de veinte años y que todavía señalan áreas suburbanas o rurales en zonas que actualmente están totalmente urbanizadas.Lo peor de todo, según explicaron los trabajadores del área, es que durante todo este tiempo la provincia contrató a tres empresas privadas, sucesivamente, para que se encarguen de la modernización y actualización del sistema catastral, pagando millones de pesos en cada caso.Los planos crujen y se quiebran de solo tocarlos por tantos años de manoseo y por estar guardados en ambientes no aptos. Los estantes están tapados de polvo y las carpetas abarrotadas y desordenadas. “Nosotros lamentamos que teniendo el personal capacitado en la Dirección se contrate a una empresa privada, a la que se le paga millones y que no vemos los resultados. Mientras tanto, el personal trabaja en condiciones muy malas y con sueldos de miseria”, explicó una señora de las más experimentadas en la oficina del segundo piso.“Lo peor de todo es que no hay autoridad que ponga la cara. A la directora prácticamente no le conocemos la cara porque no la vemos nunca, a pesar que está hace cinco años. Nosotros tenemos que aguantar el malhumor y las quejas de los contribuyentes por la forma en que está la documentación catastral y por el aumento insólito del impuesto inmobiliario a partir de este año”, agregó la mujer a este diario.Los empleados de la oficina no conocen cuales son los trabajos que realiza o realizó la empresa privada contratada para, supuestamente, realizar un nuevo relevamiento catastral de la provincia y presentarlo en versión digital y gráfica. Recuerdan que es la tercera compañía que debería hacer esa tarea en los últimos años.Sospechan que la empresa está directamente vinculada a Rentas, pero no a Catastro, ya que “la única finalidad es recaudar, porque de la modernización del sistema, hasta ahora, nada”, explicó otro empleado del área.Además, les llama la atención que Rentas y Catastro no coinciden con el número de contribuyentes, hay una diferencia de miles de partidas, lo que indica que estarían trabajando con bases de datos diferentes.Valores insólitosDesde el regreso de la feria administrativa, las oficinas de Catastro son un caos. Cientos de personas se amontonan por día para quejarse y presentar la documentación que le permita impugnar la polémica valuación inmobiliaria que disparó el valor de sus terrenos entre diez y cincuenta veces más de lo que valían el año pasado y que también elevó hasta el cielo el Impuesto Inmobiliario que deben tributar.El personal de la Dirección, con todas las malas condiciones que atraviesa, tiene que atender y poner la cara ante este escándalo y el malestar popular.“Este escándalo lo armaron entre Rentas, la directora y la empresa privada, pero ninguno de los tres pone a la cara a la hora de las quejas”, reclamó un empleado del tercer piso, donde están los planos catastrales.Además, explicaron que los valores son insólitos y no tienen ningún criterio lógico ni técnico.No puede ser -explican- que una propiedad en la ciudad de Capioví tenga mayor valor que una similar en Puerto Rico, que tiene más servicios y urbanización.“Acá vienen miles de personas a quejarse porque sus propiedades, sobre calles de tierra, paralelas a la avenida Uruguay, valen diez o veinte veces más que una propiedad sobre la avenida. Calles empedradas cuestan más que las asfaltadas o empedradas. Aplicaron un aumento arbitrario, a dedo, sin ningún tipo de estudio o análisis y por esta razón ya tenemos cuatro mil impugnaciones en toda la provincia y seguirán llegando”, señaló un empleado de muchos años, que en el pasado tuvo alto rango en la Dirección y que actualmente se podría decir que está “freezado”.Por último, pero no menos importante, revelaron que las propiedades suburbanas no fueron contempladas en el aumento. “Se olvidaron de las propiedades suburbanas y hasta ahora se revalúan a dedo, arbitrariamente, estableciendo cualquier coeficiente.Es increíble el nivel de improvisación y desconocimiento”, remató otro empleado indignado. Qué es y para qué sirveUna nomenclatura catastral es el número que tiene asignado cualquier inmueble en base a su ubicación en la ciudad, urbanización, calle y posición en la cuadra o manzana, en este orden. Es la forma en que se registran las propiedades y también se contempla para la asignación de servicios de agua, luz, teléfono, cable, gas, correo, etc.Este proceso comienza desde el mismo momento en que se realiza el urbanismo de la provincia.Además, históricamente, son documentos únicos que revelan a través del tiempo quienes fueron los dueños de las tierras, cómo se fueron distribuyendo y cómo evolucionó un pueblo o ciudad.La provincia de Misiones cuenta actualmente con unas 320 mil partidas inmobiliarias y el departamento Capital con poco más de 120 mil. Es la cantidad de propietarios que además son contribuyentes del Impuesto Inmobiliario por figurar como los dueños. En la oficina de Catastro también se encuentran los originales de las declaraciones juradas de los contribuyentes desde el año 1968, desde los primeros dueños de la provincia hasta la fecha.
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