“Es una locura lo que han hecho en el Acceso Sur. Al menos en toda esta zona donde crecen a su margen barrios de Posadas, Garupá y Candelaria. Allí se debieron proyectar retornos -cada 500 metros aproximadamente- para que la gente que vive en los alrededores tenga posibilidad de ingresar a donde vive; o bien que permita a los vehículos cambiar de dirección si así lo necesitaran, sin tener que hacer tanto kilometraje de más”. Quien habla es el abogado Luis Di Falco, especializado en seguridad vial. También conduce el coche acompañado de los periodistas de PRIMERA EDICIÓN para analizar y determinar por qué ocurren tantos accidentes y qué aspectos se pueden mejorar para bajar las estadísticas negras del tránsito en la zona. “La falta de retornos y de colectoras Ese es uno de los puntos más flojos de las obras, después de lo que han hecho en el puente Garupá de camino a Candelaria, donde la autovía se proyectó con un divisor en el medio, sin la posibilidad de retornos para cruzar la ruta. La cosa se vuelve mucho peor si vas caminando: no hay un solo puente peatonal. Ni hablar de bicisendas”, objetó el abogado.Si bien especificó que las áreas de retorno tienen un vacío en las leyes de tránsito del país, porque no están contempladas en la normativa, Di Falco remarcó que “lo dictan las normas de construcción, las cuales indican que los trayectos y kilometrajes para la ubicación optima de los retornos, en zona urbana, es cada medio kilómetro aproximadamente. Es algo que tienen todas las autopistas del mundo cuando atraviesan zonas urbanas: un retorno para que la gente que vive en los alrededores pueda entrar a su barrio y llegar a tu casa”.“¿Qué pasa cuando no hacen los retornos con este concepto? La gente hace los kilómetros de más, se arriesga a hacer maniobras peligrosas y también a andar en contramano, por eso ocurren tantos accidentes”, analizó el abogado. “Última opción”Después de pasar el puente Garupá hay una rotonda. Es la ultima opción para volver a retomar el camino hacia Garupá o Posadas. Suponiendo que el conductor no la tome, porque tiene su domicilio más adelante, debe hacer cinco kilómetros y medio exactos (marcados por odómetro del coche) y hacer un camino de vuelta por la mano correcta. Ocurre que en todo ese trayecto no hay colectoras ni posibilidad de cruzar al otro lado. Como consecuencia de ello hay que hacer kilometraje de más. Si se está a pie (que lo hacen) la opción de “camino corto” es pegar un salto por los separadores.“Otro error de la obra es que a esta altura, ya está prácticamente terminada, y lo más probable es que no las hagan, son las colectoras. El mismo camino indica que no van a haber. La obra civil (toda la parte baja) no está rellenada. Además la traza de la ruta está muy cerca de las propiedades privadas, donde ni siquiera hay veredas”. Zona de piletasEse tramo de Candelaria (entre el puente Garupá y el acceso principal al pueblo), suele tener alto flujo de visitantes en verano, porque es una zona de piletas y parque recreativos. Para tomar el colectivo que los regrese a la ciudad Capital, por ejemplo, se debe cruzar necesariamente al otro lado de la ruta. “A falta de puentes peatonales, ¿van a caminar hasta encontrar un lugar seguro para llegar, o intentarán hacerlo por el camino más corto y peligroso que sería saltar el muro divisorio?”, se preguntó. Cartelería contradictoria y máximas permitidas La experiencia de recorrer la autovía Sur, con un especialista en la temática vial, también sirvió para observar la contradictoria cartelería y fotografiar cómo se comportan en el transito los conductores que circulan por el lugar. La mayoría no lo hace respetando las indicaciones. “Cuando se pensaron estas obras, la idea fue tener un paseo peatonal amplio para que la gente camine. Por eso no hay semáforos ni reductores de velocidad. Ahora se está analizando colocarlos por una simple cuestión: hay demasiados accidentes”. Mientras el móvil circula en la zona de 30 kilómetros por hora – la velocidad exigida en varios tramos- pasan zumbando al lado distintos vehículos que permiten a Di Falco hacer un cálculo: están entre 80 y 100 kilómetros por horaIndicó el abogado:“La Eby cometió el error de poner cartelería que no corresponde por estar en el trazado de una zona urbana entre Posadas y Garupá, la velocidad máxima debe ser de 60 kilómetros por hora; pero hay tramos de 80 y 110 km/h lo cual vulnera la velocidad permitida. Por eso siempre se pegan los autos en las rotondas del acceso Sur: hay cartelería contradictoria. Y es por eso que también van a seguir ocurriendo accidentes, habría que prever semáforos para que la gente pueda transitar de manera segura”. En la línea 107, que pertenece a la red de Emergencia, donde también trabaja Luis Di falco, se confecciona una suerte de estadística de donde suelen haber puntos críticos y zonas de riesgos de accidentes de tránsito. “Y es increíble como en toda esta zona de rotondas en el accesos Sur hay accidentes. Es por la cartelería contradictoria. Después hay lugares que son una locura: carteles que te indican 100 kilómetros por hora a los 20 metros, no más que eso, ya hay otro que indica máxima 80 kilómetros, apenas unos metros más adelante otro cartel con la máxima de 60 kilómetros por hora. No tenes tiempo de pisar el acelerador. No llegas por lógica. Cuando pensás que no puede ser peor, adelante debo pisar más todavía el freno porque tengo que ceder el paso al coche que está circulando por la rotonda, donde la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora. Este es un punto de accidentes que han sido fatales”, lamentó. “Objetos de distracción”A lo largo de la costanera Sur, por si fueran poco los puntos críticos mencionados más arriba, los conductores están bombardeados con objetos de distracción. El especialista en seguridad vial remarcó dos de los más importantes: uno está en el playón donde se encuentra la replica artificial de las Cataratas. “Cuando eso está funcionando, la gente que circula en auto si distrae mirando o peor, frena de golpe para quedarse a ver. Hace poco hubo un accidente muy grave, entre un auto y una moto, con un herido con riesgo de vida, como saldo. Un desafío para analizar: ¿Cómo en una recta puede haber un accidente tan grave?. Porque se distraen”.Prosiguió el hombre: “Están las gigantografías: violan la ley de tránsito porque está prohibido colocarlas al lado de las avenidas, también porque te distraen. El mismo problema está en la antigua avenida Polonia (en la bajada que desemboca en la plazoleta Juan Pablo II en la costanera) donde hay una pantalla de video que te distrae por las luces. Siempre se chocan en esa rotonda. Es muy complicado eso de poner gigantografías”, analizó por último.
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