Los principales líderes de la oposición, Mauricio Macri y Sergio Massa, salieron a recorrer el país esta semana buscando captar la atención del electorado en provincias en que el voto les fue esquivo en las Paso del 9 de agosto y atendiendo a que las cifras del escrutinio definitivo de las primarias ratificaron que Scioli, pese a un triunfo contundente, no obtuvo en las urnas el apoyo necesario para ganar en primera vuelta el 25 de octubre.La fórmula presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli y Carlos Zannini, obtuvo 8,7 millones de votos, un 38,69% del total, en tanto la dupla ganadora del frente Cambiemos, Mauricio Macri y Gabriela Michetti, recibió 5,5 millones de votos, alcanzando el 24,8%, porcentaje que se eleva a 30,10% si se suma los votos a los otros presidenciables del espacio, Ernesto Sanz y “Lilita”?Carrió. La sólida cosecha de Scioli, que en el duelo individual superó al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma por 3,2 millones de votos y más de 14 puntos porcentuales, representa un resultado sin dudas relevante para el kirchnerismo, que carga con el desgaste propio de más de una década de gobierno, y para el candidato, también sobre expuesto en términos de imagen pública después de gobernar dos períodos la provincia más grande y problemática del país. El escenario que dejaron las Paso, sin embargo, obliga al sciolismo a revisar la estrategia y detectar los errores que no le permitieron cumplir el objetivo de llegar a un tranquilizador piso de 40% de los votos. Por ello, tras un impasse en que paradójicamente la derrota sufrida en Tucumán permitió a la oposición ponerse al frente de la agenda política; Scioli arregló de apuro una cumbre del PJ bonaerense destinada a recuperar fuerzas en su propio territorio y principal distrito electoral del país.El cónclave, que sesionó ayer en Mar del Plata, no sólo sirvió para relanzar la campaña, sino que apuntó al objetivo de lavar las heridas que dejaron las Paso, en las que hubo vencedores y vencidos dentro del propio campo kirchnerista, en el que se ubican dirigentes que, en algunos casos, se pelean por el poder en sus distritos o incluso militan en polos ideológicos opuestos. Este es el caso de algunos exponentes de La Cámpora, lanzados en estos comicios a la disputa por el poder territorial en un área considerada terreno privado del peronismo tradicional. Un dato relevante, que seguramente sobrevoló la cumbre pejotista, fue el trago amargo de haber resignado la primacía en territorio bonaerense a la candidata del PRO, Maria Eugenia Vidal, quien según el escrutinio definitivo se alzó con 2.434.077 votos, 170.000 más que en el conteo provisorio, sumando el 30,07% de los sufragios a su favor. La performance opositora en territorio bonaerense se valoriza con el resultado de Felipe Solá, del massismo, que se llevó el 19,67% de los votos, desluciendo de esta manera el primer puesto del FPV, con unos 3.255.472.votos a favor. El 21,16% de los votos que le alcanzó a Aníbal Fernández para imponerse a su rival en las Paso, Julián Domínguez, (19,5%) explica, en este contexto, la necesidad de cerrar filas por dentro del PJ bonaerense y sumar voluntades en una parada en la que la figura de proa no aportaría, en principio, el caudal que espera lograr el kirchnerismo en el principal distrito electoral para evitar el ballottage.Que Scioli sea Scioli En la reunión de ayer, y atento a este momento de reacomodamiento, Scioli abogó por un “peronismo unido con espíritu frentista” y enfatizó que “somos una organización política con un proyecto político”, el cual -precisó- no se agota en el peronismo bonaerense, sino que incluye a “los gobernadores, intendentes, los líderes regionales”.“Vamos a sostener lo que haya que sostener, corregir lo que haya que corregir y cambiar lo que haya que cambiar. Daremos previsibilidad, confianza y claridad”, recitó Scioli, quien se muestra en estos días plenamente al frente de la campaña, en la que le toca jugar un rol que no carece de contradicciones, ya que incluye limar las asperezas entre kirchneristas “duros” y peronistas “puros” en el FPV y lograr , al mismo tiempo, ganar el voto independiente.En esa tarea, entre los dirigentes del peronismo bonaerense se habría lanzado la consigna “que Scioli sea Scioli”, apuntando a que el voto alcanzado por los dos candidatos K en las Paso bonaerenses constituiría el piso del kirchnerismo y lo que falta para llegar a un triunfo en octubre es capturar un electorado por fuera de las tranqueras k. Scioli, al parecer, sintetiza y encarna el justo medio del peronismo histórico y busca, con su característica hiperactividad, dejar en cada paso de su campaña claramente planteada la opción peronista. Esto no es óbice, igualmente, para que se mantenga en sintonía con Cristina, que reapareció esta semana con definiciones claras de apoyo a la fórmula del FPV, y que se sumaría esta semana en el acto que Scioli prevee compartir con el ex presidente de Brasil y líder del PT, Lula Da Silva. El acercamiento al líder brasileño no es nuevo, si se recuerda que antes de ser candidato, Scioli viajó a Brasil para entrevistarse con Lula, con el que estuvo reunido a solas por espacio de más de dos horas. El encuentro, por otro lado, se produce luego de que el ex presidente decidiera volver al primer plano de la política activa, dadas las dificultades que enfrenta la presidenta Dilma Rousseff. La trama regional y en general la política a seguir -respecto a la inserción Argentina en el mundo-, en un momento internacional complejo y difícil, asimismo, es uno de los ingredientes principales, sino el central, en estas elecciones nacionales. Listas definidas En la provincia, en tanto, el viernes trascendieron los principales nombres de la lista del Frente Renovador, (lista completa en esta edición) que en los comicios participa aliado al FPV y en fuerte simbiosis con el sciolismo. A la confirmación de la presencia de Rovira en el primer lugar, ya anunciada, se agregó la ubicación del intendente Orlando Franco en el segundo puesto, dato que resalta la apuesta del presidente de la Cámara a poner su sello en unos comicios en que el FR, como el kirchnerismo a nivel nacional, se juega una gestión de más de una década.Refleja las anticipaciones del líder renovador, que habló en todo momento de una fuerte apuesta a la juventud y a referentes de la sociedad civil, de diferentes zonas de la provincia, receptando en ese sentido las demandas de la sociedad. La estrategia, que se repetiría en los sublemas a lo largo de la provincia, apunta a la vez, a rescatar la esencia del proyecto renovador y ampliar la base incorporando referentes que den lugar a una oxigenación. En el oficialismo, dado el amplio triunfo en las primarias y la dispersión opositora, que mantenía hasta ayer fuertes tensiones internas en sectores como el PRO y el radicalismo, se cree que hay motivos para que la victoria de las Paso no sólo se repita, sino que resulte aún más contundente.A p
esar de las críticas al paro docente, el gobierno de Maurice Closs se vio obligado a buscar alternativas de ofertas para los huelguistas. La movida docente cobró una inusitada fuerza en Posadas y otros centros urbanos de la provincia; transparentando genuinas demandas salariales que -aunque le pese al gobierno- lograron sensibilizar a crecientes sectores de la sociedad misionera, incluyendo a empleados públicos y otros sectores con demandas salariales equivalentes. El posible paro de mañana al que adhirieron Camioneros, la CTA y otros sectores de trabajadores misioneros, potenció el malestar y también la preocupación oficial dado que no serviría de nada acordar con la Mesa oficialista que encabeza la diputada Leverberg teniendo un frente opositor fortalecido en adhesiones, aplicando protestas más duras a medida que transcurre el conflicto.
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