Indigna en sí por el robo, pero aún más por cómo lo hicieron. La Policía detuvo anoche a tres delincuentes que se aprovecharon de la solidaridad de una familia de colonos de El Soberbio para robarles. El cuarto maleante escapó y era intensamente buscado.
El episodio tuvo lugar alrededor de las 20.55 del jueves, cuando las víctimas escucharon que alguien golpeaba las manos en el acceso a la chacra, emplazada en Colonia Monteagudo Alto, a unos 30 kilómetros de El?Soberbio y a escasos cien metros del río Uruguay.
Una mujer de 37 años; sus hijos de 12 y 23; la abuela de ambos, de 61; y la tía de ellos, de 32; acudieron al llamado de cuatro desconocidos que hablaban en portugués y que les pidieron por favor un inflador. Los malhechores circulaba en dos motocicletas.
La ley de la chacra es sencilla, más aún en los parajes alejados. Se trata siempre de dar una mano al prójimo. Pero los maleantes traicionaron esa confianza. Cuando los dos jóvenes regresaron con el inflador, los encañonaron con un arma de fuego y así ingresaron a la vivienda. En ese momento, ya estaban encapuchados.
Fueron largos segundos de zozobra. Los maleantes amenazaron con matar a todos si no entregaban dinero. Se alzaron así con 10 mil pesos, un televisor de 29 pulgadas y una tablet, elementos con los que se perdieron en la oscuridad de la noche.
Una rápida pesquisa ordenada por el magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, permitió dar con tres de los autores del hecho, de 18, 19 y 28 años, quienes serán indagados en las próximas horas. También se lograron recuperar 7.200 pesos que conformaron el botín y se secuestró un revólver calibre 38 milímetros utilizado por los malvivientes para amedrentar a la familia.
Discussion about this post