Ernesto Doedderer – Posadas (Misiones) Señora Directora: Realmente preocupan ciertas conductas que no son normales ni favorecen a la convivencia ciudadana y eso debería ser analizado con detenimiento, dadas las repercusiones y problemas que acarrean posteriormente.
Preocupa saber que ciertos intendentes del país se asignan sueldos totalmente desproporcionados con respecto a lo que percibe un trabajador común de cualquier rubro y lugar del territorio nacional. Asignarse más de 200.000 pesos mensuales es un atentado a la estabilidad económica de su municipio y cuyos contribuyentes deben soportar este despropósito de un funcionario que es empleado del pueblo y cobra dinero del pueblo. Algo similar sucede en el ámbito de algunos Concejos Deliberantes, en los que aparecen sumas importantes en blanco (por reunirse cuatro veces al mes) y otra suma importante en negro que nadie se anima a denunciar porque dicen no hay pruebas, pero ese dinero está y ellos lo ven y cobran.
Preocupan los cada vez más violadores de mujeres de cualquier edad, ya no les importa, la cuestión es sacarse las ganas sin respetar la intimidad femenina. Y la sociedad preocupada espera que los legisladores tomen la posta y de una vez por todas aprueben una ley que prohíba de por vida la libertad de esos degenerados e irracionales que dejan principalmente en los menores un daño irreparable para siempre y cuya breve condena los invita a seguir violando.
Preocupan los que no respetan las velocidades en los lugares que son el paraíso de la provincia, los Parques Naturales que son un orgullo provincial y nacional. Incluso pude observar personalmente que un vehiculo de quienes deben resguardar ese espacio guardaparques- traspuso los límites de velocidad, total, ¿quién los controla a ellos?. Una vergüenza que esto suceda.
La llamada ruta ecológica 19- que tiene un recorrido de 70 kilómetros y va desde la ciudad de Wanda hasta la Ruta Nacional 101 cerca de Andresito, tiene la señalización suficiente para que las velocidades sean respetadas, pero están los apurados, los cancheros que saben que no hay suficientes controles y hacen de las suyas. Luego conocemos las trágicas consecuencias.
Preocupan los desordenados mentales que no respetan el espacio ajeno y escuchan música a un volumen que sobrepasa los límites permitidos y ¡claro, saben que no pasa nada! Es un grave problema cuyo control debe ser privatizado, con sanciones económicas y la quita del equipo sonoro (cabe destacar que las disposiciones están escritas y aprobadas, pero no se aplican ¿por qué? Hay ciertos intereses políticos que impiden su aplicación. Triste realidad).
Preocupa la situación de la basura que aparece en cualquier lugar, a pesar de que hay recolección, pero están los pícaros que hasta gastan combustible y van con su vehiculo para arrojarla en las afueras de su barrio.
Preocupa la falta de limpieza y mantenimiento de los lugares donde se junta el agua y crece la maleza, los zanjones y zonas de mucha humedad en los que se reproducen los mosquitos. Los desmalezadores deben ser instruidos y controlados.
Preocupa los que pasan semáforos en rojo sin importarles los riesgos y obligando a los que avanzan en verde a frenar. Una verdadera locura y falta de respeto, que ayuda al caos en el tránsito cotidiano.
Preocupan otras tantas cosas que cada uno de ustedes ya sabe y el tiempo dirá si se corregirán o no.
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