No conozco a nadie en su sano juicio que no valore la paz como algo positivo, sin embargo, en nombre de la paz se cometen guerras, y habitualmente acudimos a la violencia y la imposición para resolver nuestros conflictos.Optando por este modo de resolución quedamos expuestos a perder lo que se logró de la misma manera: por la fuerza, con el costo social, emocional, de tiempo y dinero que eso implica. Entonces, ¿por qué aceptamos que la fuerza sea el recurso habitual para obtener la razón?, ¿está naturalizado como parte de la cultura y nuestra forma de hacer?Este modo de actuar perpetua la fuerza como mecanismo, construyendo una sociedad violenta y en permanente amenaza, siempre en nombre de la razón y la verdad. Sin embargo, la mayoría de las personas se manifiestan contrarias a estos métodos y la violencia que implican, expresando como deseable la paz para el bienestar propio y el progreso de la humanidad.Es que no me refiero tan solo al conflicto bélico sino también a la contraposición de intereses en las familias, en el trabajo, en el barrio y las diferentes formas de entender el mundo. Puede ser cierto que la paz sea una utopía en tanto no se ha alcanzado y es difícil en lo cotidiano. Pero esto no supone que tengamos que seguir aceptando inevitablemente una sociedad violenta.Quien considere que no se puede hacer nada, está aceptando la sinrazón de la violencia y bloqueando cualquier intento de solución pacífica. O acaso no es una utopía pensar que con una cultura de la violencia como la dominante, la humanidad puede progresar.Prefiero equivocarme en el intento de una cultura de paz, sería menos dramático que aceptar y/o cooperar con la cultura violenta. La utopía es un instrumento al servicio de la transformación de la sociedad, al que llegaremos de la mano de la educación, trabajando sistemáticamente los ideales de justicia, libertad, democracia, tolerancia y desarrollo. No podemos olvidar que en la raíz de la violencia están las desigualdades económicas y la pobreza, el bloqueo de las posibilidades de desarrollo, los gobiernos autoritarios, la discriminación por razón de sexo, cultura o color de piel, etc..Por esto, la paz también es un punto de referencia hacia el que se ha de caminar. Utopía o no, una inmensa mayoría la considera deseable y quiere ir en esta dirección.Al hablar de conflicto debemos hablar de relaciones. La paz es una forma de interpretar las relaciones sociales. ¿Caminamos juntos?ColaboraValeria [email protected] 3764-510132
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