BUENOS AIRES (Especial). Acostumbrado a contrarrestar los temblores que se producen en la dirección del equipo con buenos resultados dentro del campo de juego, ayer Crucero comenzó muy bien la tarde en Berisso, pero un error inesperado del arquero Germán Caffa terminó borrando la sonrisa que generaba una victoria parcial ante el débil Villa San Carlos. Fue empate 1 a 1 y los misioneros sumaron el primer punto del año.El equipo Colectivero, que el jueves por la mañana se enteró del alejamiento sorpresivo de su técnico Iván Delfino, salió a jugar la fecha 24 de la B Nacional dispuesto a hacerle frente al momento desconcertante y tratando de quebrar la racha adversa en este arranque de la segunda parte del torneo.Así, mostrando cierta soltura en el juego propuesto por el técnico interino Alejandro Duré, Crucero logró la ventaja a los 16’ del arranque. Una buena combinación por derecha entre “Tarrito” Pérez, Víctor Aquino y Juan Cabrera terminó en la conquista de Juan Manuel Olivares, quien hizo honor a su apodo y definió de “Maravilla”.El colectivero sintió el impulso anímico y comenzó a manejar el balón, lo que hacía presagiar una tarde sin sobresaltos. Sin embargo, cuando el primer tiempo se diluía, ocurrió lo impensado. La gran figura que tiene Crucero en el arco, Germán Caffa, cometió un error que nadie imaginaba, sobre todo por el buen nivel que mostró en todo el torneo. Fue a los 36’, cuando un centro débil cayó en sus manos y, con el sol de frente, se le escapó hacia atrás, allí donde estaba Ariel Kardasinski para empujarla y decretar el empate.La segunda etapa fue totalmente distinta para el colectivero, porque salió desconcertado y sufrió cada ataque de los locales. A tal punto que a los 38’ un cabezazo de Mazzola impactó en el travesaño.Pasaron los minutos y el colectivero no recuperó la memoria, esa que con Delfino lo destacó por ser un equipo ordenado, sobre todo en defensa, donde se observaron sucesivas desinteligencias.Sobre el final, Federico Rosso agarró a uno de los delanteros y se ganó la tarjeta roja por doble amarilla. De esa manera, con diez hombres, el cierre fue con sufrimiento, ese que parecía lejano en el arranque del encuentro.Más allá de saber que enfrentó a uno de los rivales más débiles y que no se pudo liquidarlo cuando aparecieron las chances, este empate no deja de ser un buen resultado para Crucero del Norte. No sólo porque la ecuación indica que de visitante sólo “no hay que perder”, sino también porque ahora habrá tiempo para digerir el alejamiento del DT y esperar la llegada de un nuevo conductor.
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