En el tramo final de 2025, la delegada regional de la CGT en Misiones, Mirta Chemes, realizó un balance crítico del año y advirtió que las políticas económicas y laborales del Gobierno nacional están dejando “mucho daño a la familia trabajadora”, con consecuencias directas sobre el empleo, los salarios y el sistema educativo.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Chemes afirmó que 2025 fue “un año tremendo”, con un saldo totalmente negativo para los trabajadores, marcado por despidos, pérdida de ingresos y situaciones extremas de vulnerabilidad social. Señaló que hay personas que quedaron sin empleo, sin sustento y, en algunos casos, en situación de calle, lo que definió como una muestra clara del modelo de
Desde su doble rol sindical y como referente del sector educativo, Chemes cuestionó con dureza las decisiones que afectan a la educación pública, técnica y a las personas con discapacidad, y sostuvo que el ajuste revela un modelo que no apuesta a la industria, la producción ni a las pymes. En ese marco, describió al rumbo actual como “colonial”, con un Estado que se retira de áreas estratégicas.
Al referirse a Misiones, advirtió que la provincia no quedó ajena al ajuste nacional. Explicó que, pese a una mesa de diálogo permanente, los avances logrados son insuficientes frente a las necesidades reales del sector docente.
Si bien reconoció algunos logros, como procesos de titularización y avances en capacitación, fue contundente al señalar que “con eso no se come”, reflejando el malestar creciente entre los educadores.
Chemes describió un escenario laboral alarmante, con la construcción prácticamente paralizada, comercios históricos cerrando y una pérdida constante de puestos de trabajo formal, superados por el crecimiento del empleo informal como única alternativa para sostener ingresos.
Desde la CGT Misiones, explicó que el rol del sindicato es acompañar a los sectores más vulnerados y actuar como intermediario para buscar soluciones, aunque reconoció una profunda impotencia frente a un gobierno que, según dijo, garantiza gobernabilidad a un costo social demasiado alto.
Sobre la reforma laboral, fue tajante: afirmó que quita derechos, no crea empleo y se sostiene sobre una mentira, al tiempo que anticipó que la central obrera no permanecerá pasiva frente a ese avance. Indicó que la CGT viene trabajando de manera conjunta con distintos sectores y que, aunque enero será un mes de pausa, febrero se perfila como un período de alta conflictividad social.
Uno de los puntos más sensibles del análisis fue el impacto en el sistema educativo. Chemes advirtió que no puede garantizarse el inicio ni la continuidad normal del ciclo lectivo 2026, algo inédito en su experiencia sindical. Señaló que la última recomposición salarial fue insuficiente y que hablar de una mejora real en febrero implica una inversión que hoy no aparece garantizada.
De cara al próximo año, enumeró desafíos urgentes: recomposición salarial, infraestructura escolar, insumos, materiales y mobiliario para más de 2.000 escuelas, en un contexto de pérdida de matrícula en la educación pública. Alertó que el Estado nacional se está retirando como garante del derecho a la educación y cuestionó cómo la provincia podrá sostener el sistema si no hay respaldo nacional.
En ese sentido, reclamó una audiencia directa con el gobernador y con las autoridades provinciales para definir estrategias consensuadas. Advirtió que tomar decisiones sin escuchar a los representantes de los trabajadores es un error que puede complicar seriamente la gestión en 2026.
Finalmente, Chemes se refirió a la reciente decisión judicial que declaró la nulidad del protocolo antipiquetes, y sostuvo que el derecho a la manifestación está garantizado por la Constitución. Si bien aclaró que no avala la violencia, afirmó que la protesta pacífica debe ser respetada y cuestionó la represión ejercida por fuerzas de seguridad bajo órdenes políticas.
Planteó la necesidad de encontrar mecanismos que eviten cortes de ruta —especialmente en una provincia dependiente del turismo— sin criminalizar la protesta social. “Manifestarse fuera del delito y respetando al otro es clave”, sostuvo, y advirtió que las políticas actuales terminan empujando a la gente a situaciones de mayor tensión social.
Con un mensaje final, Chemes resumió el escenario con una advertencia clara: “Nadie se salva solo”, y llamó a la unidad de los trabajadores para enfrentar un contexto que definió como “muy complicado”.




