Con preocupación creciente, el Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera de Eldorado (SOIME) reclama una recomposición salarial urgente antes de la negociación paritaria de junio. Esto tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo que sufren los trabajadores del sector en los últimos meses. Además, denuncian la falta de sensibilidad de las empresas frente a la crisis social que atraviesan los operarios.
Al respecto, Domingo Paiva, secretario general de SOIME, habló con PRIMERA EDICIÓN y contó que la inflación acumulada desde marzo ya supera los incrementos acordados en paritaria -que fue del 2%-, y que la negativa empresarial a reconocer un ajuste adicional del 3% profundiza la tensión en la antesala de la próxima negociación de paritaria junio 2025 – mayo 2026.
Según indicó, si bien se cumplió con lo acordado en paritaria (un aumento del 2% mensual entre marzo y mayo): “Actualmente, el salario no alcanza para cubrir necesidades básicas como la alimentación, el transporte, los medicamentos o la educación”.
En ese sentido, el secretario general indicó: “Estamos solicitando a la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), una recomposición y un reajuste del 3%, porque con la inflación que hubo, que ronda entre el 2% y 3% mensual, no nos alcanza para completar la canasta básica”, dijo.
Seguidamente, añadió con inquietud: “Tuvimos la primera reunión con los paritarios, pero es una situación que nos preocupa mucho porque están en una negativa total. Todos sabemos que desde la restauración de la democracia, lo que mejor funciona para acordar el salario por cada actividad es la mesa paritaria, y al no tener una respuesta positiva se genera una instancia de incertidumbre para el sector”.
Ante la negativa de parte de los paritarios de FAIMA, Paiva contó que se realizó una reunión entre los secretarios generales del rubro para informar sobre la resistencia.
“Estamos en alerta porque los paritarios de FAIMA representan a los empresarios madereros de todo el país y son ellos quienes se están oponiendo y negando a la recomposición que solicitamos”, dijo y agregó: “Nuestra paritaria anual es de junio a mayo del año siguiente. Por lo que ahora estamos comenzando una nueva discusión que se puede extender hasta los primeros tres meses de esta paritaria”.
En cuanto a la inflación, el secretario general de SOIME remarcó: “Estamos muy preocupados. Los empresarios tienen que entender que el salario de los trabajadores apenas alcanza para el sustento de cada día. Si vemos los informes oficiales, el consumo bajó entre un 45% o 50% en lo que respecta a la canasta de la primera necesidad. Hoy el trabajador y su familia consumen menos leche y comen menos platos de comida, es una situación realmente difícil”.
“Pedimos a los empresarios que tengan un gesto de gratitud ante sus empleados, que demuestren el valor de los trabajadores para ellos”.
La mirada de los empresarios
Desde las cámaras empresarias del sector, como AMAYADAP Y APICOFOM, se argumenta una caída en las ventas internas, impacto negativo por importaciones, un contexto adverso para las exportaciones, sumado al freno de la obra pública desde el inicio del gobierno de Javier Milei.
Muchas de las empresas que pertenecen a estas entidades, están recurriendo a préstamos con tasas de interés altísimas para cubrir gastos operativos básicos, como el pago de salarios, en un esfuerzo desesperado por evitar cierres.
“Nos estamos endeudando en préstamos para poder sostenernos, sabiendo que hoy tomar un préstamo es difícil, las tasas de interés están altísimas”, afirmó la presidente de FAIMA, Mercedes Omeñuka, en un diálogo previo con este Diario.
Para muchas PyMEs, el endeudamiento se convirtió en la única vía para mantener las operaciones y, sobre todo, para pagar salarios.
Este escenario se agrava por los plazos de cobro extendidos en el mercado interno, que llegan a 90 o incluso 120 días. Para obtener efectivo, las empresas recurren al descuento de cheques en los bancos, una práctica que, aunque les proporciona liquidez inmediata, implica un costo financiero elevado.
La crisis no solo afecta las finanzas de las empresas, sino también el empleo. En la región, al menos cuatro empresas del sector están en una situación crítica. Dos de ellas, ubicadas en Santo Tomé, con alrededor de 60 empleados, iniciaron procedimientos preventivos de crisis, alertando un cierre.