Todo el corredor de la Ruta 9 que une Rosario – Buenos Aires hacia el oeste quedó bajo el agua luego del tremendo temporal del viernes -y que continuaba este sábado- que inundó los campos más fértiles de la Zona Núcleo.
En algunos lugares se registraron más de 300 milímetros de agua caída en pocas horas. En consecuencia, quedaron localidades inundadas, caminos completamente intransitables con automovilistas y vehículos varados en medio del agua y familias evacuadas.
El temporal ya dejó pérdidas multimillonarias, confirmaron productores de la zona afectada que hablaron con LPO. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires al jueves pasado quedaban más de 500 mil hectáreas de soja sin cosechar y unas 120 mil de maíz en el norte bonaerense. La mayoría de esos granos podrían perderse por los inundaciones.
Pero además de lo que se tiene que cosechar, está en riesgo que enfrenta el grano almacenado en silo bolsas que pueden echarse a perder si los afecta la humedad. El otro gran problema es el del escurrimiento. Cuando se va a ir el agua y, sobre todo, cuando se va a poder ingresar con máquinas a trabajar los campos que hoy están inundados.
Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, dijo a LPO que es tan crítica la situación que hay lotes que deberán esperar entre dos y tres años para volver a estar en condiciones para su cultivo. “Necesitamos obras de infraestructura para prevenir los excesos climáticos. Buen escurrimiento y reservas en tiempos de abundante agua para afrontar los momentos de sequía. En definitiva, obras de infraestructura muy necesarias”, reflexionó la dirigente agraria.
El temporal justo afectó en semanas claves para el agro cuando se estaba terminando la cosecha de segunda, como se llama a la soja y el maíz, y se empezaba con el trigo.
“Esto atrasa todo”, reconoció Aramendi. El desastre también deja en evidencia la falta de obras públicas, agravada por la decisión del gobierno de Milei de abandonarlas por completo.
“El mundo funciona con infraestructura, las civilizaciones más antiguas funcionaron con infraestructura para afrontar estas situaciones extremas y poder prevenir inconvenientes”, dijo Aramendi.
Andrea Passerini, productora de Carlos Casares, oeste de la provincia de Buenos Aires cerca de Pehuajó y de 9 de Julio, explicó porqué la situación es crítica: “En febrero llovió 300 milímetros, otros 100 milímetros en marzo y este viernes cayó una barbaridad de agua y la región se quedó sin capacidad de absorción”, señaló a LPO.
Plan Maestro sin terminar
Lo que le da bronca a Andrea es que el Plan Maestro Cuenca del Salado que se proyectó en la década del ‘70 no se completó totalmente y ese déficit explica en gran medida el impacto del agua: “Los distintos gobiernos, nacionales y provinciales, dilataron las obras del Plan Maestro cuando hoy falta terminar solo 30 kilómetros de canal para evitar este problema mayor”, contó Passerini a LPO.
En ese sentido, el Gobierno nacional recauda una fortuna con el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica que se financia con el impuesto del 5% sobre la nafta y del 9% sobre el GNC. El gobierno de Milei amagó con eliminarlo, pero lo mantuvo a pesar de que las obras no se hagan. Lo mismo que hace con el impuesto a los combustibles.
Como sea, este desastre pone la lupa en las reservas del Banco Central porque el Gobierno espera con ansias la liquidación de la cosecha para sumar dólares y se pronosticaba para este año una campaña récord después de años de sequía.
Por otro lado, esta situación es probable que agrave la larvada tensión entre el Gobierno y el campo.
En su mayoría los productores agrícolas acompañan las ideas libertarias de Milei y creyeron que iba a eliminar las retenciones, pero lejos de ocurrir, el Gobierno ya blanqueó que al menos este año eso no ocurrirá.
Un muerto
Mientras mejoraba ayer las condiciones climáticas en Capital y conurbano, y en muchos lugares de la provincia de Buenos lentamente bajaban las aguas en las zonas más críticas de las inundaciones, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de una de las personas desaparecidas por el temporal en cercanías a San Antonio de Areco. Además, siguen buscando a tres personas desaparecidas por las intensas lluvias, dos de la misma zona y una en la localidad quilmeña de Bernal.
Las fuertes tormentas comenzaron el viernes y convirtieron a la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires en un escenario de emergencia. Inundaciones, calles anegadas, autos varados, cerca de 3.200 personas evacuadas y unas 4600 autoevacuadas. El temporal batió un récord: hace 40 años que en mayo no llovía tanto en tan poco tiempo. Cayeron más de 400 milímetros de agua y se vieron afectados más 30 distritos.
Fuente: medios digitales.