Ayer, a las 11, el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) dio inicio a una jornada crucial para la economía argentina. Los grandes operadores comenzaron a negociar bajo un esquema de oferta y demanda aún limitado por controles cambiarios, tras las medidas anunciadas el viernes por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Con el dólar oficial del Banco Nación en $1.250, el país estrenó una liberalización parcial del cepo, sin eliminarlo del todo. En Misiones, empresarios, comerciantes y analistas observan con atención los primeros movimientos, mientras los precios, el consumo y las expectativas se adaptan a un panorama que anticipa fluctuaciones.
El consenso entre operadores mayoristas, minoristas y economistas consultados por medios nacionales apunta a que el dólar oficial no trepará de inmediato al techo de $1.400 establecido por el Gobierno. En cambio, se espera que ronde los $1.300, con variaciones significativas pero manejables para el Banco Central (BCRA).
“El dólar se va a devaluar, sin dudas, pero no al máximo del 30%. Podría oscilar en torno a $1.300”, señaló un analista relevado por la prensa porteña. Este nivel alinea la cotización oficial con los dólares financieros -MEP a $1.360 y CCL a $1.370- y el blue de la semana previa, descartando oportunidades de comprar divisas baratas en el mercado formal.
El ajuste, que podría implicar un alza del 20% respecto al cierre de $1.077 del viernes, genera expectativas moderadas. Los expertos coinciden en que el BCRA mantendrá el control dentro de la banda cambiaria, evitando tensiones severas.
Sin embargo, el impacto en los precios y la inflación es una preocupación inmediata, especialmente en una provincia como Misiones, con alta sensibilidad a los movimientos del dólar.
Precios bajo presión
La suba del dólar oficial inevitablemente repercutirá en los precios, aunque el traslado no será instantáneo. “Acá la clave es mirar el impacto del billete verde en las materias primas, que son todas dolarizadas. Y ahí definiremos si tenemos que ajustar las listas de precios”, explicó el director de una fábrica de alimentos líder al portal iProfesional.
En Misiones, las remarcaciones preventivas ya se hicieron sentir en supermercados e insumos en las últimas semanas, según consultas locales. Si el dólar se estabiliza cerca de $1.300, rubros como la nafta podrían ajustarse, aunque el Gobierno podría intervenir para demorar esos incrementos.
Carlos María Beigbeder, empresario posadeño de una distribuidora de alimentos, señaló a PRIMERA EDICIÓN que el panorama aún es estable. “Hasta ahora viene todo igual, veremos si hay cambios, pero seguramente será después del miércoles. Las empresas más ordenadas esperarán esta semana para ver qué sucede, es todo muy reciente”, afirmó.
Beigbeder indicó que cualquier remarcación dependerá de los proveedores, pero por ahora no hay movimientos definidos.
Nelson Lukowski, supermercadista de Posadas con 40 años de experiencia, coincidió en que no hay novedades inmediatas. “Venimos con los aumentos que aplicaron las empresas durante los primeros días de abril, que no pasaron un 5%”, explicó en una charla en Radio República.
Sin embargo, advirtió que el contexto es delicado. “Esto va a ser una prueba de fuego muy importante para la economía argentina y para todos nosotros”.
Lukowski recordó la devaluación de diciembre de 2023, cuando muchas empresas subieron precios más del 100%, para luego bajarlos hasta un 40% por la caída del consumo. “El consumidor aprendió a comprar, a elegir, y el poder adquisitivo ha caído bastante”, añadió.
Cautela y oportunidades
Guillermo Fachinello, presidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM) y titular de APICOFOM, expresó su inquietud en FM 89.3 Santa María de las Misiones. “La ansiedad nos está consumiendo. Creo que tenemos que esperar, no solo hoy, sino el transcurso de los días, para ver cómo va impactando el mercado, principalmente en el comportamiento de la divisa”, afirmó.
Para Fachinello, las medidas no son la “salida ideal”, pero podrían ofrecer “predicibilidad y transparencia” a las empresas, especialmente en la forestoindustria, un pilar de la economía misionera.
El empresario destacó que un dólar más competitivo podría beneficiar a los exportadores de yerba, té y madera, aunque el escenario global complica las perspectivas.
“Un acomodamiento del dólar sería muy importante para poder trabajar en un contexto difícil como el de los aranceles de Trump”, señaló, refiriéndose a las medidas proteccionistas estadounidenses que afectan a competidores asiáticos, pero que podrían abrir nichos para Misiones.
Sin embargo, la apertura a productos importados preocupa: “Productos terminados nos va a complicar muchísimo, no podemos competir con esos países”.
Fachinello también advirtió sobre el riesgo inflacionario. “No sé si va a haber más inflación, pero no va a bajar, lo cual es una alarma importante. No va a ser menos del 5%”, estimó.
En un contexto de alta presión fiscal y costos locales elevados, el empresario llamó a la prudencia: “Hoy nadie, ni el mejor de los economistas, sabe con exactitud qué puede pasar”.
Inflación y competitividad
El trasfondo económico añade complejidad. El tipo de cambio real multilateral, según el Banco Central, está en 79,99 puntos, el peor nivel desde noviembre de 2015. La inflación de marzo, que marcó un 3,7%, intensifica la presión sobre el poder adquisitivo y la competitividad del peso.
Si el IPC se mantiene por encima del 3% en los próximos meses, el techo de la banda cambiaria ($1.400 con un ajuste mensual del 1%) podría quedar desfasado rápidamente. Esto plantea un desafío para el equipo económico, que debe equilibrar la estabilidad cambiaria con el control de los precios.
Lukowski subrayó el cambio en el comportamiento del mercado. “Estas empresas monopólicas que manejan la canasta familiar están viendo que el consumidor está apretado. No es como antes, que cualquier aumento se trasladaba automáticamente. Ahora, con el bajo consumo y la acumulación de stock, algunas están bajando precios”, señaló.
Para el supermercadista, el impacto de las medidas tomará “dos o tres meses” en acomodarse, y llamó a todos los actores a “apostar” por la estabilidad.
Los trabajadores y la presión fiscal
Fachinello también abordó la situación de los trabajadores. “Sabemos que hoy no le alcanza a nadie la plata, pero los grandes ajustes lo estamos haciendo entre todos”, afirmó. Los salarios, ajustados en paritarias al ritmo de la inflación, no cubren las necesidades básicas, y la posibilidad de rediscutir acuerdos salariales asoma como un tema sensible.
Al mismo tiempo, los empresarios enfrentan una presión impositiva que no cede. “Vemos la gran presión que tenemos ahora de los municipios. Por ahí el Gobierno nacional nos da herramientas, pero no las podemos aplicar”, lamentó.
En Misiones, las consultas entre empresarios se intensifican, pero las certezas escasean. “Hay muchas consultas, pero yo creo que tenemos que tomar unos mates y esperar a ver qué va a pasar con el mercado”, resumió Fachinello.
Los hogares misioneros, como en todo el país, serán los primeros en sentir cualquier movimiento brusco, mientras el lunes marcó el comienzo de un nuevo capítulo económico con final abierto.