Con la historia ya conocida que no hay obra pública nacional, si no es por medio de la participación de empresas privadas, el mantenimiento de las rutas nacionales está lejos de ser lo mínimamente necesario para garantizar la seguridad vial en las que atraviesan Misiones de sur a norte.
El año pasado fueron reiteradas las oportunidades en las que se mencionó que algunas de las rutas podrían pasar a ser responsabilidad de las provincias. Sin embargo, salvo el interés de Santa Fe por citarse un ejemplo, hoy es el Gobierno nacional quien debe garantizar la transitabilidad.
La ruta nacional 12 sigue teniendo sistema de peaje en Misiones con dos casillas que recaudan mucho dinero: una en Santa Ana y otra en Colonia Victoria. Sin embargo, no se ve que la responsable de esta concesión se dedique a tapar baches (que algunos se han convertido en peligrosos pozos); mantener las banquinas en condiciones de ser utilizadas; repintar las calzadas para hacer más visibles las señales de carriles, paso, velocidades, etc.
Misiones tiene como característica que tanto esa ruta como la 14, también de jurisdicción nacional, son muy utilizadas por numerosos camiones con cargas productivas que van a Paraguay o Brasil o ingresan desde esos países con destino a alguna provincia argentina, vía los pasos fronterizos de la tierra colorada o las balsas.
La degradación del pavimento en las rutas es cada vez más profundo. Sin embargo, hasta que no ocurra una tragedia (que notoriamente es evitable), en la Nación no reaccionarán respecto a la necesidad de mantener en buen estado las cintas asfálticas por la seguridad de miles de personas.