El cuerpo semidesnudo de María Pintos (44), con signos de haber sido asesinada a machetazos, fue hallado alrededor de las 18:40 del miércoles 17 de diciembre de 2014 en un camino vecinal de la localidad de General Urquiza.
La infortunada víctima, oriunda de la zona, no llevaba encima documentaciones al momento del macabro hallazgo, dado a conocer a los uniformados por parte de un vecino del lugar que transitaba por un sendero que comunica el sector urbano del mencionado municipio con un paraje denominado Cuatro Bocas.
En realidad el cuerpo fue detectado por dos perros que acompañaban al hombre y que imprevistamente ingresaron a un trillo, en dirección a un pinar. Al cabo de unos segundos salieron nuevamente al camino, ladrando exaltados.
Al dueño le pareció extraña la actitud de los animales y fue a observar qué había en el pinar. Al recorrer entre cinco y diez metros hacia dentro, observó un cuadro espantoso: en el lugar yacía un cadáver con evidentes signos de haber sido golpeado o cortado con saña.
La víctima estaba boca arriba, con el torso semidesnudo y un short bajado hasta la altura de los tobillos, aunque luego se descartó un posible hecho de abuso sexual y se atribuyó a que el cuerpo había sido arrastrado varios metros desde el lugar del ataque para ser escondido entre la vegetación.
Presentaba dos cortes profundos en la cabeza. “El cráneo estaba prácticamente seccionado en dos”, se ventilaría después en la investigación.
Además, tenía un corte transversal en la zona media de la espalda y un puntazo a la altura del pecho y sobre la tráquea. En total, había recibido más de 15 machetazos.
Pasaron tres años y medio hasta que, a principios de julio de 2018, se ventiló el caso en juicio oral y público en el Tribunal Penal 1 de Posadas. Allí, tras tres jornadas de debate, resultaría condenado a cadena perpetua el concubino de María, el changarín paraguayo Oscar Vera (55) a quien se consideró “autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo y violencia de género”.
El veredicto fue coincidente con el pedido de pena de la fiscal Amalia Benedicta Spinatto.

Según se ventiló durante el juicio, Vera sometió a su pareja a una vida violenta a la deriva impulsada por el alcohol y acabó matándola abriéndole la cabeza hasta que brotara la masa encefálica.
“Fue una relación de pareja larga y signada por los golpes para una mujer que no tenía nada, en su partida de defunción sólo figura María Pintos, argentina de 44 años”, sintetizó la fiscal.
La pareja tuvo cinco hijos, que hasta la muerte de su madre nunca tuvieron documento de identidad ni fueron a la escuela, y que vivían atemorizados por las amenazas y violencia de su padre.