Los dueños de las estaciones de servicio advirtieron que es necesario un análisis previo más a fondo respecto al autodespacho, porque su implementación traerá problemas en el terreno laboral, en cuestiones ambientales y de seguridad operativa.
El autodespacho de combustibles lo anunció el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger y los empresarios rápidamente salieron al cruce. Sturzenegger adelantó que el Gobierno de Javier Milei llevará la ola desregulatoria al expendio de combustibles mediante un decreto que habilitará la modalidad que rige en varios países del mundo, para que los usuarios puedan cargar directamente en sus vehículos nafta o gasoil de los surtidores sin la asistencia de los operarios de las estaciones de servicio.
El Ministro indicó que “el decreto ya está en escrito” y que saldrá en las próximas semanas, e incluirá varios cambios normativos referidos al tamaño que podrán tener las nuevas estaciones de servicios en todo el territorio argentino.
La respuesta no se hizo esperar. El presidente de la Federación de Entidades de Combustibles (FEC), Juan Carlos Basílico advirtió al sitio iProfesional que el Gobierno “está equivocado si cree que puede llevar a la práctica el autodespacho de nafta y gasoil de la noche a la mañana”.
“Aunque no lo quieran reconocer, la carga de combustible enfrenta varios riesgos que solo lo pueden afrontar los playeros que están debidamente capacitados para esta tarea por parte las empresas y el sindicato del sector”, destacó Basílico.
Consideró que las autoridades de Energía deberían convocar a las empresas y los representantes de los trabajadores para analizar las formas y los tiempos de instrumentación de las medidas en juego.
En este marco, Basílico apuntó que “una experiencia piloto que llevó adelante en la Capital Federal la administración de Mauricio Macri fracasó a las pocas semanas de su instrumentación porque no fue aceptada por la gente”. Agregó que “para que pueda funcionar como en otros países se requieren varios años de preparación y adaptación a los hábitos de los usuarios”.
Al analizar los aspectos negativos que podría acarrear el autodespacho, el titular de la FEC señaló que la mayor incertidumbre gira en torno a los puestos de trabajo de los playeros que podrían reducirse debido a la automatización de las cargas en los surtidores. Otro costado sensible que se debería resolver, según Basílico, son las reglamentaciones municipales sobre cuestiones ambientales y de seguridad que deben cumplir las estaciones de servicio.
El gremio, en alerta
La nueva modalidad que quiere imponer el Gobierno libertario promete disparar un nuevo frente de conflicto con el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio (SOESGyPE) que conduce Carlos Acuña, uno de los dos timoneles que tiene la CGT.
El convenio colectivo de trabajo del sector establece que la carga de combustibles solo puede ser efectuada por operarios de las estaciones de servicio. Entonces, el Gobierno de Milei primero deberá modificar ese punto, pero sí lo hace sin el consentimiento del gremio, ese cambio sería judicializado y se definirá en los Tribunales.