Este 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres y Disidencias, Misiones, como el resto del país, fue escenario de movilizaciones.
Las calles de Posadas se llenaron de voces que exigieron justicia y políticas públicas concretas para frenar una problemática que ubica a la provincia entre las más afectadas por los femicidios en Argentina.
Movilización
La concentración comenzó a las 16.30 en el mástil de las intersecciones de las avenidas Uruguay y Mitre. A las 17, las manifestantes iniciaron la marcha que recorrió el centro de la ciudad y culminó en la plaza 9 de Julio, donde se llevaron a cabo las actividades de cierre.
Femicidio de Soledad Barreiro en 2003
Entre las asistentes estuvo Roema, activista por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y de los feminismos, quien marchó con un cartel que llevaba la imagen de su hermana Alicia Soledad Barreiro, víctima de femicidio en 2003.
“Este caso se dio en un contexto donde no se hablaba de femicidio, sino de ‘crimen pasional’. Gracias a la lucha feminista, eso cambió, pero todavía queda mucho por hacer. Hoy estoy acá por todas las mujeres que, como mi hermana, sufren violencias extremas que comienzan con micromachismos y terminan en la pérdida de sus vidas. Es fundamental reconocer las violencias psicológicas, económicas y estructurales que enfrentamos a diario”, expresó.
“No hay nada que celebrar”
Por su parte, Miriam López, secretaria general de ATE Misiones, destacó: “Hoy salimos a la calle porque no hay nada que celebrar. Misiones encabeza las estadísticas de femicidios, travesticidios y violencia de género. Además, somos noticia por la pobreza y las violencias hacia niños y niñas. Esto demuestra un grave retroceso en derechos humanos”.
López también apuntó a la falta de prevención y educación sexual integral como pilares para combatir estas problemáticas.
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Recortes en salud
Desde la Coordinadora de Mujeres Trabajadoras y Residencias, Virginia, del Partido Obrero, enfatizó: “Denunciamos recortes en anticonceptivos, tratamientos para VIH y hormonas para disidencias, además de la persecución política contra quienes reclamamos derechos. Misiones ocupa el segundo lugar en tasa de femicidios, lo que refleja cómo la miseria y la falta de políticas públicas profundizan la violencia”.
Más refugios seguros para las víctimas
Otro eje de la movilización fue la necesidad de refugios seguros para víctimas de violencia. Florencia Aguirre reclamó: “En Misiones hay apenas seis o siete casas refugio, manejadas por el servicio penitenciario, lo que constituye una revictimización. Necesitamos que sean gestionadas por mujeres y trabajadoras, y que estén en todos los municipios, para que sean realmente espacios de protección y no de encierro”.
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La jornada concluyó con un llamado colectivo: implementar políticas integrales y efectivas, garantizar el acceso a la Justicia y promover la igualdad de oportunidades para prevenir las violencias en todas sus formas.
“Hoy más que nunca, la lucha sigue siendo nuestra respuesta a un sistema que nos sigue vulnerando”, afirmaron las manifestantes, mientras las calles se teñían de pancartas y gritos que resonaron en toda la provincia.