El ministro de Economía Luis Caputo destacó recientemente en un encuentro en Corrientes que el proceso de desinflación que desarrolla su gestión se logró, entre otras cosas, con un bajo costo en la actividad económica. “Lo que más rescatamos es que logramos hacerlo sin romper contratos, sin hiperinflación previa, ni romper contratos. Y con bajo costo en actividad”, destacó. Apenas horas después de su afirmación el INDEC dio a conocer el último Estimador Mensual de Actividad Económica que devolvió las cosas a su lugar.
Más allá de lo que pueda sentir o afirmar el ministro, las mediciones técnicas advierten que la actividad registró una caída de 3,3% en la comparación interanual en septiembre y de 0,3% respecto a agosto en la medición desestacionalizada. Pero aún, once de los quince rubros que se miden para llegar al resultado final ofrecieron balances negativos, algunos verdaderamente preocupantes por lo que representan para la economía en su totalidad como la construcción, la industria y el consumo.
El país funciona hoy con una inflación controlada, pero el costo de ese logro lo estamos pagando con una crisis evidente en la economía real.