El abuso sexual infantil es un delito que se puede prevenir. Pero, como las potenciales víctimas son menores, para prevenir primero hay que alertar a los adultos encargados de su cuidado, sobre todo padres y docentes.
También hay que tener en cuenta que es altísimo el porcentaje de niños abusados por miembros de su propia familia o por alguien cercano a su entorno. Los abusadores suelen entablar relación de confianza con los padres de su futura víctima.
Y cada vez más, Internet es una gran puerta de ingreso para los abusadores, por lo que los adultos responsables de los menores deben supervisar también qué hacen en las redes.
La expansión y el anonimato de Internet ha facilitado la aparición de fenómenos como el grooming o acoso sexual en línea, que es conceptualizado como toda acción que tenga por objetivo quebrantar moral o psicológicamente a un niño, con el fin de conseguir su control a nivel emocional para un posterior abuso sexual.
¿Qué es el abuso sexual infantil?
El abuso sexual infantil es un delito que existe cuando un adulto utiliza a un niño, niña o adolescente para estimularse sexualmente; un adulto estimula sexualmente a un niño, niña o adolescente; un adulto utiliza a un niño, niña o adolescente para estimular sexualmente a otra persona.
Puede haber abuso sexual infantil aunque no haya acceso carnal.
Sólo un tercio de los abusados pide ayuda
Los niños, niñas o adolescentes que son víctimas de este delito no suelen contar lo que les ocurrió. Muchos sienten vergüenza y por eso no hablan. Otros están bajo amenazas de que algo malo le ocurrirá a un ser querido.
Sin embargo, si tienen cambios de conducta repentinos, pueden estar “diciéndonos” que les ha pasado algo. Por eso se recomienda a los padres que estén alertas.
Podemos estar en presencia de un abuso sexual simple y si lo detectamos y actuamos en consecuencia, podemos prevenir un abuso sexual más grave -con penetración- o gravemente ultrajante.
Sin embargo, todavía la mayoría los casos que suceden permanecen ocultos.
¿Cómo darse cuenta si un niño, niña o adolescente fue víctima de abuso sexual?
Los niños ponen en evidencia que algo les está sucediendo. Los adultos deben prestar atención a las señales, tanto físicas como emocionales. Los menores pueden presentar signos como:
- Irritación o inflamación genital
- Dolor abdominal
- Cambios en su conducta que puede traducirse en retraimiento o rebeldía inexplicable.
- Comportamientos y lenguaje sexual, no compatible con su corta edad.
- Dejan de controlar esfínteres cuando ya lo había logrado.
- Pueden presentar infecciones urinarias
- Irrumpen en llanto sin razón aparente.
- Tienen pesadillas u otros problemas para dormir sin ninguna explicación.
- Se muestran distraídos o distantes.
- Cambios repentinos de su estado de ánimo: furia, inseguridad o retraimiento.
- Pueden aparecer cambios en hábitos alimenticios. O incluso dejar de comer o aumentar el apetito.
¿Qué hacer ante la sospecha de abuso sexual infantil?
Ante la duda de que un niño, niña o adolescente pudo haber sido víctima de abuso sexual, es importante hacer la denuncia. Ésta se puede realizar aún teniendo como única evidencia la sospecha de que pudo haber ocurrido.
Se puede recurrir a la Línea 137, anónima y gratuita, y la línea 0800-222-1717, de Unicef.
También se puede concurrir a cualquier comisaría.