Desde la noche del lunes, estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) tomaron simbólicamente el edificio en protesta por la falta de presupuesto en el sistema universitario. A pesar de la toma, las actividades académicas continúan con normalidad, sin afectar el dictado de clases ni los exámenes programados.
Martín Antúnez, presidente del Centro de Estudiantes de dicha facultad, explicó a PRIMERA EDICIÓN que“la situación es crítica en términos de bienestar estudiantil y las universidades han sido golpeadas por la falta de financiamiento, lo que ha limitado muchas actividades”.
Por su parte, Abril Ríos, organización “La Carlos Tereszecuk”, detalló cómo la crisis económica afecta a los alumnos que vienen del interior, “es muy difícil para los compañeros que vienen del interior y no pueden costear un alquiler. Si bien están los albergues, algunos aún no han podido acceder a ellos, y eso complica mucho la situación”. Además, subrayó la importancia del comedor universitario: “Muchos dependemos de la beca del comedor, nos brindan almuerzo y cena, y eso nos ayuda mucho porque pasamos todo el día en la facultad. Sin esa certeza, sería mucho más complicado seguir viniendo”.
La toma, que no implica la suspensión de clases, busca visibilizar la situación crítica que atraviesan los estudiantes, en especial aquellos que dependen de becas como la Progresar o que enfrentan dificultades para pagar alquileres en Posadas. “Estamos en plena época de parciales y recuperatorios, y es fundamental garantizar que los compañeros puedan continuar con sus estudios”, remarcó a su vez Antúnez.
Además de la toma simbólica, se están llevando a cabo clases públicas para debatir los desafíos del sector universitario. Estas actividades culminarán el jueves con una jornada de 24 horas de protesta, que incluirá una feria de emprendedores y un festival cultural. “Queremos que la comunidad vea todo lo que se está generando dentro de la universidad”, afirmó Antúnez, destacando que los proyectos de investigación y extensión saldrán a las calles como parte de las actividades programadas.
Los estudiantes, acompañados tanto por diversas organizaciones, como por docentes y no docentes, también planean realizar una olla popular durante la jornada del jueves, ya que las actividades del comedor se verán afectadas por el paro docente. “El comedor seguirá funcionando, pero el jueves, debido al paro, solo habrá almuerzo, por lo que desde el Centro de Estudiantes organizamos una olla popular para apoyar a los compañeros”, explicó Antúnez.
La protesta no solo refleja la preocupación por el presupuesto universitario, sino también por el acceso igualitario a la educación pública. Según Ríos, la situación ha llevado a muchos estudiantes a abandonar sus estudios. “En Trabajo Social, muchos compañeros de primer año dejaron de estudiar porque no podían llegar a fin de mes, y la situación es similar en otras carreras como Antropología. Es una pena porque deberíamos poder garantizar que todos los estudiantes tengan las condiciones para continuar”, afirmó.
A pesar de la toma y las movilizaciones, los estudiantes aseguran que su intención no es interrumpir el ciclo académico, sino llamar la atención sobre los problemas que enfrentan. “Estamos dispuestos a poner el cuerpo en esta lucha, pero sin afectar el cierre del cuatrimestre ni las actividades regulares”, concluyó Ríos.
De esta forma la FHyCS es la primera sede de Misiones en adherirse a una oleada masiva de facultades que rechazan las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. Tras dos marchas multitudinarias en reclamo por el aumento de los fondos de funcionamiento, los salarios universitarios y las becas estudiantiles congeladas, el Gobierno nacional continúa inflexible en su recorte a las Universidades Nacionales, despertando levantamientos en todas las provincias.