Una discusión de momento mientras dos vecinos estaban reunidos, culminó con la muerte violenta de uno de ellos a causa de una puñalada. El autor huyó, pero fue aprehendido a los pocos minutos.
El caso ocurrió ayer a la madrugada, en una vivienda del barrio 25 de Mayo de San Vicente. Un joven de 29 años avisó a la comisaría que habían atacado con un cuchillo a su padre y estaba desangrándose.
Rápidamente una comisión policial llegó al lugar y halló ya sin vida a la víctima, identificada como Martín Pereyra (53), quien presentaba una herida en el abdomen.
La médica policial certificó que presentaba una lesión punzocortante en la zona del epigastrio, es decir, en el estómago. No tenía otras lesiones visibles.
Según las primeras averiguaciones, el hombre se encontraba en compañía del vecino de 51 años y matizaron la reunión con una botella de caña de medio litro.
No se sabe si sacaron a relucir alguna diferencia de vieja data o si la charla de ese momento regada con alcohol hizo que se ofuscaran los ánimos.
En ese contexto Pereyra fue herido de una estocada. Acto seguido el autor huyó del lugar. Peritos de Policía Científica de la Unidad Regional VIII trabajaron en la escena del crimen.
Incautaron el presunto cuchillo con el que fue cometido el homicidio. Era de mango de madera recubierto con cinta aisladora. También una botella de caña y una camisa con posiblemente manchas de sangre pertenecientes a la víctima.
Tras identificar al señalado como autor, montaron un operativo de búsqueda, que dio resultados a los pocos minutos con la detención del presunto homicida. En su poder tenía una vaina de cuero para cuchillo, que sería en la cual portaba el arma blanca con la que hirió mortalmente a Pereyra.
Fue revisado por la médica policial, previamente a ser alojado en una celda a la espera de ser trasladado al Juzgado de Instrucción de San Vicente para que declare por el hecho que se le atribuye.
Por cuestiones de rigor legal el cuerpo de la víctima fue trasladado a Posadas para la correspondiente autopsia.
En principio podría caberle la imputación de “homicidio simple”, puesto que según las primeras pericias el hombre no tendría ningún tipo de lesión, es decir no habría sido agredido por quien resultó víctima y menos podría esgrimir que quiso defenderse.