La administración del presidente Javier Milei está considerando implementar un nuevo recargo impositivo para las compras realizadas en el exterior con tarjetas de crédito, a partir del próximo año, una vez que se elimine el Impuesto PAIS.
Este impuesto, que se aplicó desde 2020, dejará de estar vigente el 31 de diciembre. Sin embargo, el Gobierno busca prevenir una mayor pérdida de reservas del Banco Central, que ya enfrenta una salida de U$S1.500 millones.
La preocupación principal del oficialismo es que, con la eliminación del Impuesto PAIS, el dólar tarjeta o turista se abarataría, quedando cerca de los $1.260 por dólar, un valor más similar a la divisa blue y a los tipos de cambio financieros. Esto podría generar un incentivo para que más personas gasten en el exterior, lo que incrementaría la salida de dólares del país, especialmente en un contexto donde el turismo internacional se acelera por las vacaciones.
Entre las medidas que el Gobierno evalúa está la posibilidad de aplicar un nuevo recargo a partir de una mayor percepción en los impuestos a las Ganancias o Bienes Personales. La intención es evitar que el abaratamiento del dólar tarjeta incremente aún más la salida de divisas en una economía que ya sufre por la pérdida de reservas.
Según la consultora Aurum Valores, el atraso del tipo de cambio en términos reales, debido a la política de crawling peg del 2% mensual, agrava el déficit de la cuenta de servicios. El Banco Central está perdiendo más de U$S1.500 millones por trimestre debido a este fenómeno, y la situación podría empeorar en los próximos meses.
En el primer semestre del año, la salida de divisas por gastos en el exterior ascendió a U$S1.070 millones. Sin embargo, en los dos primeros meses del tercer trimestre, las proyecciones indican que este número podría superar los U$S1.600 millones, reflejando un incremento en el gasto en moneda extranjera debido a la apreciación del peso en términos reales.