En el marco del Día Mundial del Corazón, la Dra. Paola Courtade de la Fundación Cardiológica Argentina, recordó la importancia de la actividad física como una herramienta esencial para la prevención de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Según Courtade, la práctica de ejercicio no solo beneficia al corazón, sino que actúa como una “polipíldora” que aporta múltiples ventajas, como la prevención de cáncer, osteoporosis y depresión. “Si viniese en píldora, creo que ninguna persona dejaría de tomarla”, comentó la especialista en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
La doctora destacó que para mantener una buena salud cardiovascular, los mínimos recomendados son entre 150 y 300 minutos semanales de actividad física moderada. Para quienes tienen poco tiempo, incluso fraccionar la actividad en cortos periodos a lo largo del día puede resultar efectivo. “Si vas caminando y puedes hablar, pero con la respiración un poco agitada, entonces es una actividad moderada. Si podés cantar es que lo estás haciendo muy lento”, explicó y dejó el tip para los interesados.
Para los niños y adolescentes, la recomendación es aún mayor: al menos 60 minutos diarios de ejercicio. Courtade hizo hincapié en que los cuerpos de los más jóvenes están diseñados para el movimiento y que este no debería limitarse en ninguna etapa de la vida. No obstante, recordó que la incorporación de la actividad física debe ser progresiva para evitar lesiones que puedan llevar nuevamente al sedentarismo. “Cuando nos lesionamos cuando nos duele, volvemos al sedentarismo, peor que antes entonces tiene que ser algo progresivo y escucharlo al cuerpo”.
La especialista señaló que uno de los mayores desafíos es el exceso de tiempo que pasamos en estado sedentario, ya sea sentados o acostados. “El cuerpo está preparado para el movimiento, no para estar quieto”, advirtió. De acuerdo con la doctora, pasar más de 40 minutos sentado sin levantarse puede afectar la salud, por lo que recomendó realizar pausas activas durante el día. Sugirió levantarse cada cierto tiempo, caminar un poco y, si es posible, alejarse de la silla para evitar problemas como edemas en las piernas o molestias en la espalda.
El sedentarismo no solo afecta al sistema cardiovascular, sino que también debilita la masa muscular. Con el tiempo, esto puede llevar a una condición conocida como sarcopenia, una pérdida progresiva de la masa y fuerza muscular que incrementa el riesgo de dependencia y caídas en personas mayores. “Necesitamos mantener la fuerza muscular porque es una herramienta que nos dará sostén y nos hará autónomos en el futuro”, señaló la especialista. Para ello, recomendó complementar el ejercicio aeróbico con ejercicios de fuerza muscular al menos dos veces por semana.
En cuanto a las personas que ya han sido diagnosticadas con problemas cardíacos, como hipertensión arterial o tras un infarto, Courtade reconoció que es común que estas personas se asusten y duden en retomar la actividad física. Sin embargo, aseguró que, bajo supervisión médica y con un control adecuado de la presión arterial, el ejercicio no solo es seguro, sino fundamental para mejorar su calidad de vida. “El ejercicio es la ‘patita’ que necesitamos junto con los fármacos y una dieta saludable”, afirmó.
La doctora también compartió algunas recomendaciones para quienes desean empezar a hacer ejercicio, pero no tienen experiencia. En lugar de saltar directamente a rutinas intensas como CrossFit o correr largas distancias, sugirió comenzar con caminatas y luego incrementar la intensidad de manera progresiva, intercalando tramos de marcha rápida o trote suave. “De cero a cinco kilómetros es mucho. Hay que empezar de a poco para evitar lesiones que nos hagan retroceder”, advirtió.
Además de la actividad física, Courtade habló sobre la importancia de una alimentación equilibrada y saludable. Para cuidar el corazón, es clave priorizar alimentos con alto contenido de omega 3, como el pescado, los frutos secos y el aceite de oliva. También recomendó evitar productos envasados y ultraprocesados, y apostar por opciones naturales como frutas, verduras y legumbres. “Aumentar el consumo de garbanzos, porotos y lentejas es beneficioso, siempre en cantidades moderadas.Las frutas, las verduras, tratar de desmitificar esto que ahora hay modas de que no comer fruta en la noche y todas estas cuestiones que a veces confunden a la gente y no saben realmente, qué pueden comer”, afirmó.
Otro de los puntos que abordó fue la importancia de la hidratación, especialmente en personas que realizan ejercicio físico en ambientes de altas temperaturas. La doctora señaló que no solo es crucial consumir agua, sino también incorporar sales y glucosa para reponer los electrolitos perdidos durante la actividad.