Mientras los miles de productores y la Provincia analizan alternativas en lo que para algunos es la peor crisis de la historia del sector, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina, Federico Sturzenegger, celebró este viernes la abrupta caída en el precio de la hoja verde de la yerba mate.
En el cierre del 29° Simposio Internacional de Economía de la Asociación de Amigos de la Universidad de Tel Aviv, el funcionario valoró que, con la desregulación, la materia prima perdió considerablemente su valor, al reconocer que, de seguir con la política de fijación de precios, la hoja verde tendría un precios de $500.
“Por muchísimos años teníamos el Instituto de la Yerba Mate que fijaba un precio alto para la Yerba para el beneplácito y la algarabía y la celebración de los productores yerbateros (…) Si hubiéramos seguido con el mismo procedimiento de fijación de precios del Instituto de Yerba Mate que lo teníamos hasta el año pasado, el precio de la Yerba sería 500 y hoy se está vendiendo a $125, el precio de la Yerba mate ya ha bajado en términos generales 25, 30% en estos meses.”, destacó.
¿Qué pasó con el INYM?
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) nació en 2001 como una conquista de la lucha de los productores debido a los bajos precios que recibían por la hoja verde.
La principal función es la de establecer, mediante resoluciones semestrales, los valores mínimos de la materia prima de la yerba, que comprendía tanto la tonelada de hoja verde como la tonelada de yerba mate canchada puesta en secadero.
Sin embargo, el mega DNU de Javier Milei de diciembre pasado le quitó esas potestades, tal como querían los industriales y el Gobierno de Corrientes. Desde ese momento hasta hoy, las grandes yerbateras impusieron su posición y los productores pasaron de recibir $370 por el kilo de hoja verde, a menos de $200.
Por todo ello, esta semana se realizó una reunión en Salto Encantado donde autoridades provinciales y productores plantearon alternativas para volver a lograr “un precio justo”. La principal opción es la de crear por ley un Instituto Misionero de la Yerba Mate (IMYM) y establecer dentro de esa normativa la Comisión Reguladora, donde estén todos los eslabones de la cadena para fijar un valor.