Con un fuerte tono de denuncia hacia las políticas de desregulación, concentración económica y extractivismo, diversos actores de las economías regionales están organizando una gran marcha federal para expresar su descontento y rechazo al rumbo que ha tomado el Gobierno nacional. Este movimiento surge como respuesta a las medidas que, consideran, amenazan la sostenibilidad de sus sectores productivos y el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.
“Regresaremos a nuestros pueblos para convocar a la ciudadanía, unir fuerzas y participar en una marcha federal aquí en Buenos Aires para enfrentar estas políticas perjudiciales que nos afectan directamente”, afirmó el productor yerbatero y exdirector del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Jonas Petterson en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Presente en un encuentro clave para las economías regionales, Petterson asistió acompañado por representantes de la Asociación de Productores Agrarios de Misiones (APAM), la Asociación de Yerbateros del Norte y el Movimiento Agrario Misionero, entre otros.
Durante la asamblea, que reunió a yerbateros y tabacaleros, pero también a aceiteros y azucareros, se expuso con preocupación la destrucción sistemática de los instrumentos que habían permitido sostener sus producciones.
La crítica se centró en cómo la desregulación y las políticas de libre mercado están facilitando la concentración de la riqueza en manos de unos pocos, dejando a los pequeños y medianos productores en una situación delicada y precaria.
El documento final del encuentro, respaldado por todos los referentes presentes, enfatiza el desmantelamiento tanto del INYM como de la representación institucional de la agricultura familiar, lo que, según los asistentes, profundizó la crisis en el sector.
Daño irreversible
“El DNU 70/23 y las medidas de libre mercado han generado un daño irreversible a las economías regionales”, subrayó Petterson, quien añadió que estas decisiones no solo afectan la producción, sino que también ponen en riesgo la seguridad alimentaria de las comunidades.
La asamblea, que se realizó en la sede de la CTA Nacional en CABA bajo el lema “Trabajo, Producción y Soberanía Alimentaria”, sirvió como un espacio de reflexión y organización. Los participantes expusieron la difícil situación desatada por las decisiones del Gobierno, que, en su afán de “liberar el mercado”, está ignorado las necesidades de los productores locales.
Esta realidad se traduce en un debilitamiento de las economías regionales, muchas de las cuales son vitales para el sustento de miles de familias en todo el país. Por mencionar un ejemplo, en Misiones la yerba da trabajo, de forma directa a 50 mil trabajadores.
“La movilización es crucial”
Antes de la marcha programada para el 14 de noviembre, los organizadores prevén llevar a cabo una serie de reuniones virtuales para coordinar esfuerzos con sindicatos y movimientos de trabajadores.
“La movilización es crucial para visibilizar nuestras demandas y defender nuestras economías. La lucha por la soberanía alimentaria es una lucha por la vida y el futuro de nuestras comunidades”, aseguró Petterson, enfatizando que es momento de unir fuerzas y exigir un cambio en las políticas que afectan a los sectores más vulnerables. Por ese mismo motivo se mostró satisfecho por los resultados del congreso “donde nos pudimos conocer y encontrar puntos de lucha en común”, dijo.
“El INYM nunca tuvo un solo costo fiscal para el Estado”
“El sector yerbatero, el más importante por su historia, con más de 120 años de cultivo sistemático y por la cantidad de trabajadores que involucra, más de 50 mil de forma directa en toda la actividad, está atravesando uno de sus peores momentos a partir del DNU 70/2023 que derogó funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y después de 22 años la actividad otra vez quedó librada a las fuerzas del mercado”, expuso con dureza el productor y dirigente de APAM, Hugo Sand tras tomar la palabra en el encuentro de trabajadores y productores del sector agroalimentario que tuvo lugar en la sede de la CTA.
Sand criticó enérgico la gestión de Javier Milei tras sostener que “destruyó al INYM, un entre privado con función pública de autogestión y autofinanciamiento, que nunca tuvo un costo fiscal para el Estado y que en sus 22 años de funcionamiento ordenó al sector yerbatero”.
“Milei expuso al sector yerbatero a conductas anticompetitivas por derogar funciones que otorgaban transparencia al mercado yerbatero. En paralelo, las ventas de yerba mate se desplomaron este año al peor nivel desde 2018 y una caída de 30% con relación al año pasado, según datos estadísticos”, zanjó.
Junto con la problemática de la yerba, durante el Congreso se debatió un plan de lucha común que involucra el accionar conjunto y solidario con las distintas luchas que vienen llevando adelante la gran mayoría de los sectores productivos.
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