Las bananas son una fruta versátil, deliciosa y fácil de consumir, pero su rápida maduración puede ser un desafío cuando intentamos mantenerlas frescas por más de unos pocos días.
Sin embargo, existen formas sencillas de prolongar su vida útil y disfrutar de sus beneficios sin necesidad de desecharlas rápidamente.
¿Por qué las bananas maduran tan rápido?
El proceso de maduración de las bananas está directamente relacionado con la producción de etileno, un gas que las frutas climatéricas, como las bananas, emiten tras ser cosechadas.
Este gas acelera el proceso de maduración no solo en las propias bananas, sino también en las frutas que se encuentren cerca.
Por eso, uno de los principales consejos para conservarlas por más tiempo es alejarlas de otras frutas. Guardarlas junto a manzanas, peras o kiwis, por ejemplo, puede hacer que maduren más rápido.
Lugares donde no deberías guardar las bananas
Uno de los errores comunes es almacenar las bananas en lugares que no les favorecen, como una frutera expuesta a la luz solar directa o en el centro de la mesa de la cocina. Estas ubicaciones aceleran su maduración y, en consecuencia, reducen el tiempo que las tenemos disponibles para consumir.
Además, muchas personas optan por guardar las bananas en la heladera para ralentizar su maduración. Si bien la refrigeración puede extender su vida útil, también puede afectar su textura, volviéndolas más blandas y menos apetecibles.
Un artículo de la revista Southern Living explica que la baja temperatura puede dañar la superficie de la cáscara, lo que resulta en una banana menos atractiva visual y texturalmente.
¿Dónde guardar las bananas?
El mejor lugar para conservar las bananas es en un espacio fresco y a temperatura ambiente, como una despensa o un estante elevado. Estos lugares ofrecen condiciones ideales para que la fruta siga su proceso de maduración de manera controlada, sin acelerarse.
Si las bananas ya han madurado y no las consumirás de inmediato, hay muchas formas de aprovecharlas.
Las bananas maduras son perfectas para agregar a batidos, postres o panificados como el clásico pan de banana. Además, su sabor dulce y textura blanda las hace ideales para incluir en recetas de cocina sin la necesidad de añadir azúcar adicional.