La proximidad del verano, donde habitualmente se dispara el consumo de agua potable y con las proyecciones que advierten sobre la posibilidad de faltante de lluvias en la región, desde la Cooperativa de Electricidad de Eldorado Limitada (CEEL) ajustaron los mecanismos de control para detectar posibles conexiones clandestinas y en una sola semana constataron diez de ellas en distintos puntos de esta ciudad.
El vicepresidente de la CEEL, Alejandro Arenhardt, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “el 37% del agua que se produce termina siendo robada a través de conexiones clandestinas. Es por eso que conformamos un equipo, una cuadrilla, para detectar las mismas, en especial en lugares donde, por ejemplo, los grandes comercios están pagando la tarifa mínima de agua potable y uno a simple vista puede darse cuenta que tienen un consumo mayor. También ocurre algo similar con los lavaderos y las casas que tienen pileta de natación”.
Apuntó que verifican dos tipos de maniobras irregulares observadas y más frecuentes con las que se topan los empleados de la CEEL, “están las que directamente no tienen medidor y están enganchados directos a la red de agua potable y la otra es que hacen una especie de bypass antes de que el caño llegue al medidor”.
También contó que “a veces vamos para solucionar una pérdida en los medidores y es allí donde nos topamos con las irregularidades existentes”.
Además, Arenhardt resaltó que “el sector de agua para la Cooperativa trabaja a pérdida. Si bien está concesionado, devolverlo a la Provincia no sería descabellado. Hoy tenemos el precio más bajo de Misiones, en 10 mil pesos los 10 metros cúbicos, y eso no alcanza, potenciado por el hecho de todas las conexiones clandestinas que son difíciles de detectar porque casi todas están bajo tierra”.