Tras más de nueve meses de debates e idas y vueltas, el Senado aprobó ayer el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), aunque le realizó modificaciones a la ley y por eso volvió a una segunda revisión a Diputados.
En ese sentido, desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) celebraron el texto que tuvo el visto bueno anoche y marcaron que traerá beneficios al sistema electoral argentino.
En diálogo con 89.3 FM Santa Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, Carolina Tchintian, investigadora principal de la ONG, recordó que “venimos trabajando por la reforma del instrumento de votación hace más de quince años, así que para nosotros fue un largo camino hasta esta sanción”.
“Nosotros tuvimos un proyecto de ley que entró por la Cámara de Diputados y que obtuvo media sanción en el año 2022. A partir de ahí, pasó al Senado donde hubo una primera discusión en comisión hace bastante, varios meses, y se logró ahora ser tratado en sesión y tener esta sanción”, rememoró.
La BUP, utilizada en muchas democracias del mundo, ofrece un cambio importante frente al sistema tradicional argentino de boletas partidarias. Tchintian explicó que “presenta la totalidad de la oferta electoral en un único instrumento, centralizando toda la oferta en una sola boleta”. Sostuvo que esto no solo simplifica la votación, sino que también elimina la necesidad de que cada partido tenga que custodiar sus propias boletas durante la jornada electoral.
Uno de los mayores problemas con el sistema actual, según explicó, es la desigualdad entre partidos con diferentes capacidades logísticas para custodiar las boletas. “El Estado será ahora el encargado de diseñar, imprimir, distribuir y garantizar que cada boleta esté disponible en todos los centros de votación”, remarcó.
“Con este sistema, las boletas oficiales de votación no se distribuyen en días anteriores a las elecciones; están exclusivamente disponibles en los centros de votación el día de la elección y solo pueden ser entregadas al momento de votar”, agregó, dejando en claro que “ ahora los partidos no dependen ya de su capacidad logística para custodiar las boletas en los centros de votación”
De acuerdo a la entrevistada, además de las mejoras logísticas, la boleta única busca facilitar la experiencia del votante. “El instrumento de votación debe unir las preferencias ciudadanas con la política. Es un momento clave, y esa experiencia debe ser lo más placentera y fácil posible”, acotó.
Diferencias con el voto electrónico
Según Tchintian, “la boleta única papel tiene todos los beneficios que podría traer el voto electrónico, pero tiene uno más, que es la auditabilidad y el control del instrumento”.
La experta apuntó que en el caso del voto electrónico, el proceso de auditoría requiere conocimientos técnicos especializados. Por ello, para verificar que una máquina de votación funcione correctamente y que no haya alteraciones en el código fuente, sería necesario contar con auditores informáticos, algo que solo una pequeña parte de la población podría hacer.
“Un ciudadano común no puede realizar ese control, a diferencia de la boleta única papel, donde todos tenemos la misma capacidad de fiscalizar y auditar el proceso”, ejemplificó.
Sobre el final, reflexionó sobre otros aspectos necesarios para mejorar el sistema electoral argentino, subrayando que la implementación de la boleta única sería un paso significativo hacia una mayor claridad en las elecciones.
“Creo que si logramos el hito de la boleta única, estaríamos dando un paso interesante”, afirmó, aunque aclaró que las elecciones en Argentina ya son limpias, por lo que no se trata de un problema de transparencia”.
Por último, Tchintian dio una mirada crítica acerca de las provincias- como Misiones- que siguen bajo el sistema de “Ley de Lemas”.
“La problemática que tiene la Ley de Lemas es que muchas veces han elegido un candidato que no obtuvo la mayoría de los votos, Entonces es un poco engañoso de cara al elector porque no sabe a quién va a beneficiar. Eso es un gran problema en cara a la claridad y al voto informado”, apuntó.
No obstante, expresó que “las provincias tienen la autonomía de definir sus propias reglas y en ese contexto de definir qué van a utilizar y en qué momento van a ir a elecciones” y descartó que, por el momento, desde el CIPPEC insten a todas las jurisdicciones a adherirse a la Boleta Papel.
“Hay algunas provincias que están discutiendo directamente la reforma de sus propios instrumentos de votación, así que estamos más en contacto con las provincias por tratando de acompañar esos procesos de reforma subnacional”, cerró.