Internas por Misiones; de Misiones con Corrientes; de productores con la industria; de productores con representantes de Misiones… y la lista puede seguir. Hoy, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) se debate en tantas internas que se llevaron puestos a tres presidentes.
Las diferencias entre los representantes de la Producción hicieron, incluso, perder la unidad de posicionamientos que habían mostrado hasta el año pasado. Hoy, quedó como administrador Nelson Dalcolmo que está lejos de representar a la cadena yerbatera en cada reunión que mantiene con funcionarios. La mayor evidencia se dio en la última vez que los dirigentes fueron a la Cámara de Diputados de la Nación y se “sacaron los trapitos al sol” frente a legisladores que salieron con una imagen de “grieta yerbatera”.
La debilidad institucional no aportó tampoco a convencer a la Casa Rosada y al Palacio de Hacienda sobre la necesidad de reconstituir el “podado” funcionamiento del Instituto. Por el contrario, en los números comenzaron a verse los problemas económicos de los productores primarios como de los consumidores. A los primeros no les consiguieron “mover la aguja” de la grilla de valores para la hoja verde y a los segundos en los bolsillos.
Es que un reciente informe del Instituto de Economía de la UADE aseguró que desde la desregulación iniciada con 2024, “las principales marcas que lideran el sector de la yerba mate han aumentado el precio de sus productos un 35,3% hasta finales de junio”.
Agregó el estudio que “estos aumentos de precios han sido significativamente más altos que el acumulado del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la categoría de ‘Alimentos y Bebidas no alcohólicas’ de abril, mayo y junio, que fue de un 14,4%. Cabe aclarar que las variaciones en los precios de este mercado no están siendo solo consecuencia del marco inflacionario general que existe en Argentina, sino que también son resultado de la eliminación del precio máximo”.
Lucha pero por el poder
En las diferentes asambleas de productores en la provincia, se habla de “refundar” el INYM y buscar a representantes que representen. Todo un mensaje hacia el interior del organismo que pone en tela de juicio cuánto pueden hablar y gestionar Dalcolmo con los otros dirigentes en el poder, por el sector en su conjunto.
Con el año electoral, el 2023 mostró la interna como nunca. Todo parece haber comenzado con una movida de los directores por la Producción que dejó sin chances de continuidad al ahora diputado provincial, Juan José Szychowski, a quien promovieron desde la Provincia para que cumpliera esa función ad honorem, además de la legislativa o sin ella.
Pero, entre Dalcolmo y Jonas Petterson se unieron para buscar una sanción al diputado, que habría tenido como fundamento el hecho de aceptar precios escalonados de incremento para la hoja verde, a valores de mejora históricos que el entonces gobernador Oscar Herrera Ahuad había negociado con la Nación.
De hecho, esa suba fue la última conseguida antes que el INYM se dedique únicamente a ir a ferias y convenciones para promocionar el producto, la finalidad que le dio el presidente Javier Milei con el DNU 70/2023.
Sin Szychowski en el juego, el sucesor natural era Ricardo Maciel (director por Misiones) que oficiaba de vicepresidente. Pudo hacerlo apenas unos días porque los mismos directores misioneros de la Producción lo apartaron con la excusa que la presidencia no tiene corrimiento.
Entonces, apareció el 15 de diciembre de 2023 como presidente / administrador el andresiteño Jonas Petterson que, a la vez, aplicó la motosierra y echó al director de Jurídicos y otros funcionarios cuando se había iniciado la disputa judicial por la constitucionalidad del DNU presidencial.
El nuevo jefe duró apenas un cuatrimestre. Con el vacío de respaldos de su propio grupo, Petterson renunció el 11 de abril y fue rápidamente reemplazado por Dalcolmo que lleva tres meses de mandato, a la espera de ver si la Nación quiere o no un INYM a futuro.
Mientras tanto, los productores atraviesan una de las peores crisis no solo de precios sino de incertidumbres. A la industria no parece irle tan mal: les abrieron importaciones; pueden pagar los valores a cooperativas; secaderos o a los mismos productores a los valores que quieran y con los plazos que puedan; las exportaciones de yerba al mundo se incrementaron; y los precios en góndola superan a los de la inflación; entre otros puntos a favor.
El equilibrio se perdió por varias razones políticas, pero la lucha de poder entre los directores de la Producción, ha “liberado” el terreno de las ganancias, contrariando el pasado reciente.
La “cruzada” de López Sartori
El ministro del Agro, Facundo López Sartori, inició el 7 de julio una juntada de firmas para “evitar el cierre del INYM”. Hasta anoche, estaba por alcanzar apenas las mil en Change.org y siguió promocionando en sus redes esta iniciativa.
El glifosato, la nueva “grieta” entre los directores del Instituto
El representante de Misiones en el directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Ricardo Maciel, salió en varios medios de comunicación a apoyar la decisión de la Provincia de eliminar el uso de glifosato desde 2025, tal como lo estableció el polémico artículo 7 de la Ley de Bioinsumos.
El eldoradense Maciel apuntó a la sustentabilidad de la yerba mate. “Con este sistema vamos hacia una producción de calidad libre de agrotóxicos y lo deseable es que se extienda a todos los cultivos, en consonancia con una provincia que milita la conservación de la selva y el equilibrio ambiental como uno de sus objetivos centrales”, expresó.
En un mensaje a la industria que se opone a tal prohibición, aunque sin nombrarla, el representante de Misiones agregó: “Los que defienden el uso de glifosato lo hacen poniendo el foco en lo económico y desde ese punto de vista, el daño a la salud es infinitamente más caro y, sobre todo, la vida no tiene precio”.
En la web institucional del organismo yerbatero, se puede leer incluso una nota donde ponderaron que se promueven prácticas sustentables desde el Servicio de Extensión Yerbatero “sin agrotóxicos”.
La postura pública causó revuelo y Nelson Dalcolmo no la dejó pasar. El administrador del INYM mandó a aclarar con un comunicado de prensa que Maciel no estaba representando al organismo cuando apoyó el fin del glifosato.
“El Instituto Nacional de la Yerba Mate aclara que las expresiones textuales vertidas en la nota ‘El INYM promueve prácticas amigables con el ambiente, sin el uso de agrotóxicos, para una producción de calidad y sostenida en el tiempo’, difundida el día 5 de julio pasado, corresponden al Director que las manifestó y no representan la postura del Directorio en su conjunto, dado que el tema no fue tratado en esta instancia”, expresó el comunicado oficial.
Este tipo de papelones no venían ocurriendo ya que, hasta 2023, el Instituto se expresó sobre cada cuestión en forma institucional. La gestión Dalcolmo “hace agua” hasta para evitar que las grietas en el INYM sean tan evidentes, sin temor a enfrentar a Misiones y ponerse del lado de Corrientes.