Un hombre argentino, pero con más de 24 años viviendo en Florianópolis, Brasil, y su perra Princesa se encuentran varados en Misiones debido a que ningún micro de larga distancia puede transportar a su can hasta Buenos Aires. Tiene poco dinero y sus cuentas bancarias están bloqueadas.
La odisea de Sebastián -Williams para los amigos- y su fiel compañera “Princesa” está en pleno proceso y lo contó en primera persona a PRIMERA EDICIÓN, en una mezcla de porteño y portugués: tras vivir más de dos décadas en el sur de Brasil, se separó de su pareja, quien se quedó en la casa que compartían con sus dos hijos, por lo que tuvo que irse de allí y tomó una decisión radical.
Trabajador de altura en el país vecino, renunció a su labor, con el único objetivo de rodearse de sus familiares más cercanos, en el partido de La Costa, en la provincia de Buenos Aires.
Williams agarró lo que pudo de ropa, un bolso y se quiso marchar, cuando su ahora exmujer le rompió los vidrios del auto con una piedra, contó el hombre. Así fue que tuvo que tomar un Uber hasta Foz de Iguazú y de allí a Puerto Iguazú. En este tramo, el hombre contó que pudo cruzar sin problemas la frontera, pero no así su perra, a pesar de que tenía todas las documentaciones, vacunas, etc. Williams contó textualmente que, “los indígenas me cruzaron la perra por la selva, jamás viví algo como eso”, contó sorprendido todavía. Tras esta travesía, se alojó en una posada, pensando que lo peor había pasado. Pero no fue así.
Tras vivir dos días en la posada, en Iguazú, se percató de que su expareja denunció como robadas las tres tarjetas de crédito y débito que tenían. A su vez, no pudo volver a hacer movimientos bancarios a través de home banking de una banco internacional. Se bloquearon con unos 13 mil reales, especificó.
Con los pocos pesos que le quedaron, contó, el sábado pasado se pudo trasladar hasta el peaje de Colonia Victoria, sobre la ruta 12, donde hasta hoy permanece junto a su perra. Contó que le acercaron un colchón y una frazada para combatir el frío.
Ya con poco dinero, teniendo en cuenta que está en el lugar hace tres días y debe comer él y su can, pero sin un alma caritativa que lo socorra, Jorge, un amigo que hizo Williams en el lugar, mandó la info a PRIMERA EDICIÓN para que se pueda replicar y solucionar el drama de una vez por todas.
Un viaje aéreo con “Princesa” lo descartó debido al alto costo: le cuesta unos 700 mil pesos, contó.
Williams aclaró que no busca ayuda monetaria: “no quiero plata, ni loco”, dijo. Tampoco busca que lo alojen en sus casas sino que alguna persona que tenga auto, camión, colectivo u otro transporte de cuatro ruedas pueda trasladarlos a ambos hasta la provincia de Buenos Aires.
En medio del frío intenso que atraviesa la provincia, Williams está tratando de convencer a alguna persona solidaria para llegar a la gran urbe a seguir con su vida, donde sus familiares lo esperan y lo abrazarán seguramente, tras todo lo acontecido.
La única certeza con la que cuenta Williams es que no abandonará a su perra ‘Princesa’. “Mientras yo hablo con vos, ella tiene su pata arriba de pie, me cuida, es mi hija de cuatro patas”, comentó a la web de este Diario.
De no encontrar transporte, dijo que comenzará a caminar hasta llegar a su destino.
Para quienes estén interesados en colaborar, pueden comunicarse con Williams al +55 48 8469-0759.