Este jueves por la tarde en Oberá, se dieron a conocer las condenas a los imputados por el crimen del cobrador del abasto bonaerense Nicolás “Junior” D’Amico, quien fuera asesinado en 2015 en la Capital del Monte.
El Tribunal Penal de Oberá castigó como autor material de homicidio simple a Diego Ramón Benegas (40), quien recibió una condena de 24 años; Jonathan Emanuel Gutiérrez (31) fue sentenciado a 20 años de prisión como “partícipe necesario”.
En tanto, en las tres restantes penas, los hermanos Gustavo Germán Benegas (36) y Diego Orlando Gutiérrez (33) recibieron 5 años de prisión y Gustavo Ramón García recibió 4 años de prisión.
Tras conocerse estas penas, el abogado querellante Claudio Katiz dialogó con PRIMERA EDICIÓNy resumió que está “conforme con el fallo. Porque esto es un terreno hostil, tanto para las víctimas, inclusive para este letrado. Sin embargo se ha podido demostrar, no en forma total, pero sí en un 90 por ciento se pudo demostrar la materialidad de los hechos y la cadena de encubrimientos”.
Además, agregó: “Acá hubo un pacto de silencio entre los cinco condenados; tal vez si alguien se hubiera quebrado y hablado, se podría haber desarmado esa madeja; pero como hubo un pacto de silencio, cuatro hablaron y uno, García, que pudo haber roto ese pacto y contado la verdad, no lo hizo. Entonces cinco están detenidos”.
“Yo pensaba que solamente iban a quedar tras las rejas Diego Benegas y Jonathan Gutiérrez; y que los tres restantes, por encubrimiento, se iban a ir a su casa, pero tras las condenas de los tres últimos esta querella está muy conforme con los cargos que se dieron a todos. Igual, vale la pena recordar que solicitamos prisión perpetua, pero 24 años adentro hay que pasarlos en prisión. Se hizo justicia por D’Amico, sí señor”.
“Después de tanto años finalmente llegó la Justicia”
A su turno, la hermana de Nicolás, Victoria de los Ángeles D’Amico, tras conocerse los fallos remarcó a este Diario que “me hubiera gustado que las condenas sean mayores, en especial para los tres últimos imputados. Igual, después de tantos años finalmente llegó la justicia. Para sus hijos, para mí, para mí mamá, para toda la familia; algo que tanto esperábamos”.
Consultada si les quedó algo que solicitar a la justicia, respondió que “eso lo va a determinar el abogado Claudio Katiz; pero sí me gustaría que su jefe (de D’Amico) hubiera estado acá; porque él también tiene algo de culpa, ya que fue quien ordenó que apagara el GPS; porque nadie sabía que el camión estaba acá en Oberá”.
A Victoria le queda la sensación de que “la justicia en las provincias es muy lenta, se debería haber llegado mucho antes a este juicio, en uno dos años. No sé mucho de leyes, pero esperar nueve años para conocer la sentencia de los imputados es mucho”.
Por otra parte, expresó su sensación de que “ninguno se arrepintió de nada; además Gustavo García se burló hasta con las esposas puestas; eso fue algo indignante. No creo que sientan culpa y ni siquiera le pidieron perdón por lo que hicieron ni a mi mamá, ni a sus hijos”.
“Quiero que se pudran en cárcel, en la mente de ellos todos los días va a estar mi hermano; van a pagar por lo que hicieron y no solo por la justicia terrenal, sino también por la justicia divina“, sentenció.
Por último se le preguntó por qué cree que mataron a “Junior” y no dudó en responder: “Creo que fue la mafia de la carne, una mafia que fui conociendo en estos 9 años. Mi hermano fue una víctima en todo esto, por eso temimos muchas veces que esto no llegue a juicio y que nadie vaya preso; por eso ellos estaban tan tranquilos y se burlaban durante todo el juicio: ni ellos se creían que iban a recibir estas penas y que iban a terminar en la cárcel“.