Para asegurar la calidad de la yerba todavía sin entregar en los depósitos de Capital Humano, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) llevará a cabo un exhaustivo control y posterior proceso de análisis.
“Por un lado, nuestros técnicos de Control de Calidad van a tomar muestras para laboratorio; pero por otro lado también vamos a poner la lupa en los controles sobre el estampillado”, dijo a PRIMERA EDICIÓN, uno de los directores por la Producción, Claudio Marcelo Hacklander.
Este procedimiento responde a una solicitud formal de Capital Humano para evaluar la idoneidad de la yerba mate disponible para su distribución, luego que el controvertido Ministerio bajo el mando de Sandra Pettovello quedara en el ojo de la tormenta por retener varias toneladas de alimento (de las cuales cerca de la mitad son paquetes de yerba) destinado a familias vulnerables.
Dispuesta a no volver a quedar nuevamente en el ojo de la tormenta si la acusan de entregar yerba que no cumple con los estándares de calidad requeridos para el consumo humano (recientemente el programa de Eduardo Feinmann en La Nación + denunció que el producto almacenado podría estar adulterado), el gobierno de Javier Milei (el mismo que pasó la motosierra por las facultades del Instituto para regular el precio) buscó ahora el asesoramiento especializado para anticiparse a cualquier trago amargo.
Una vez que la cartera de Pettovello despache el pedido formal de fiscalización (podría ser hoy o mañana) inmediatamente el equipo técnico especializado del INYM se encargará de tomar muestras directamente de los depósitos mencionados. Estas muestras serán sometidas a rigurosos análisis en el laboratorio correspondiente, con el objetivo de determinar su calidad en los estándares para consumo humano.
Nelson Dalcolmo, responsable de los actos de administración del Instituto, destacó la importancia de este control: “El análisis en laboratorio será determinante para verificar la calidad de la yerba mate almacenada en los depósitos de Capital Humano”.
“Este proceso no solo asegura la calidad del producto final, sino que también garantiza la seguridad alimentaria de los consumidores”, aseguró el yerbatero en diálogo con la corresponsalía de este Diario en Buenos Aires.
“La idea es avanzar en el análisis de la yerba que está en depósito; esto forma parte de un pedido oficial; nosotros vamos a hacer el control de esa yerba y lo que va a determinar su calidad o no, será el resultado del laboratorio. Por lo pronto pusimos a disposición a los equipos del Instituto para el muestreo cuya pesquisa estará a cargo de dos laboratorios”, acotó.
Una vez que se reciba el pedido formal, los equipos partirán a Buenos Aires y en el laboratorio los resultados demorarán solo un par de días.
“La calidad de la yerba que estaba licitada no era buena”
Todo esto ocurre en un contexto donde el INYM ya había detectado y denunciado irregularidades en el producto que dos yerbateras misioneras habían logrado vender al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (ahora Capital Humano).
El INYM había encabezado varios procedimientos, a través del director por la Producción, Marcelo Hacklander, quien ya había estado al frente de la fiscalización del producto y tras haber analizado algunas partidas de la yerba que fue comprada por el entonces Ministerio de Desarrollo Social se determinó que algunos lotes incautados no solo “no eran aptos” sino que muchos paquetes tampoco poseían el estampillado obligatorio. Ahora se pretende avanzar con la fiscalización de la totalidad de la yerba guardada.
“Todavía no sabemos qué cantidad hay, entendemos que va a ser una tarea compleja que implica varios controles; calidad y estampilla. Ya habíamos detectado en una partida con irregularidades, accedimos a muestras de algunos lotes, pero no del total enviado. Por ello no tenemos la certeza de qué hay en los depósitos, pero nos parece súper importante la tarea en conjunto para establecer esta cuestión”, dijo enfático el director de la Producción.
“En su momento pudimos determinar que el estampillado estaba bien, pero en cuanto a calidad el producto estaba excedido de palo. Otro lote de la misma empresa, que también intervenimos hallamos que estaba sin estampilla y las condiciones de calidad ni eran buenas: estaba adulterada con exceso de palo y otros vegetales incluidos, sin cumplir con la reglamentación del código alimentario. Entonces, eso no es negociable”, zanjó el dirigente.
Convenio específico
Otro punto que avanzó “muy bien”, a decir de Hacklander fue el pedido del INYM para avanzar en la firma de un convenio específico para que el Instituto Nacional de la Yerba Mate fiscalice a las empresas que participan de los procesos de licitación para convertirse en proveedores del Estado y así garantizar su calidad.
“Si llegara a haber alguna cuestión concreta de que el Gobierno avance con compras de otras partidas de yerba mate, que es algo que no está claro, seguramente como INYM vamos a estar incluidos dentro de los órganos de control de esa yerba cuando salga de la zona productora”, acotó Hacklander.